("Las grandezas teme" nos aconseja el gran Kavafis. Y para ilustrarlo nada mejor que la advertencia que Artemidoro hizo a César y que este no quiso escuchar durante los Idus de marzo.
La grandeza te insensibiliza. La grandeza hace que acabes no escuchando. La grandeza te vuelve seco como una tierra árida. La grandeza te roba la humildad, la frescura, la curiosidad. La grandeza teme, oh alma. Me pregunto siempre por qué siento ese vínculo tan vivísimo por Kavafis. Entiendo sus mensajes a la primera; es decir, los entiendo instintivamente. Y ese discurso me resulta familiar, y la ideología que transmite me resulta propicia. Es una ideología eminentemente humana, con sus miserias y sus grandezas. El gran Kavafis, ese poeta lírico y narrativo a la vez, es el gran exponente de eso que mal hecho resulta tan engorroso que es la poesía moral. Aunque en ocasiones, en el caso del poeta griego, resulte tan absolutamente inmoral. Al menos para la sosa raza de los bienpensantes.
Porque si hay una moral pacata y aburrida hay también una moral de la vida y de la generosidad. Esa es la de Kavafis. Por eso nos gusta: porque leyéndolo nos sentimos menos solos.)
"IDUS DE MARZO
Las grandezas teme, oh alma.
Y si vencer tus ambiciones
no puedes, con cautela y reservas
síguelas. Y cuanto más adelante vayas,
sé más observador, más cuidadoso.
Y cuando a tu apogeo llegues, César ya;
cuando tomes figura de hombre famoso,
entonces cuida especialmente al salir a la calle,
dominador insigne de séquito acompañado,
si acierta a acercarse, desde la multitud
algún Artemidoro, que lleva una carta,
y dice apresurado "Lee esto inmediatamente,
son cosas importantes que te interesan",
no dejes de detenerte; no dejes de postergar
cualquier conversación o tarea; no dejes de apartar
a las variadas personas que te saludan y se prosternan ante ti
(las puedes ver más tarde); que espere incluso
el Senado mismo, y conoce al instante
los graves escritos de Artemidoro. "
Ecos lejanos, 24
-
Sigue siendo tu mano tan leve como entonces, susurra la mujer. Es ese don
de aquello que roza lo imperceptible lo que siempre me gustó de tus
caricia...
Fa 1 dia
11 comentaris:
quina meravella de poema, es com una advertença. Conec molt poc de Kavafis... bé, conec molt poc de poesia en general, i potser ja va sent hora que em posi al dia... I amb els blocs també se n'aprèn. Una companya em parlava la setmana passada de les cartes d'un jove poeta, no sé si ho dic bé, de Rilke?? Bé, tinc feina per anar tirant una temporada. Pero paraula que el poema de Kavafis m'ha impresionat.
Poesía en mayúsculas, alejada de los ripios de uno, las prosificaciones de otros y los venecianismos de los esteticistas. Recuerda el poema del viaje a Itaca... por poner un notabilísimo ejemplo.
Y si César hubiera hecho caso ¿se hubiera equivocado el adivino?. Yo creo que lo que tenga que ser será, seas grande o pequeño...pero es bueno recordar que somos mortales.
Estupenda y útil lección para políticos, politiquillos, catedráticos, futbolistas, artistas, escritores, consejeros delegados, presidentes de escalera, comisarios, divos, divas, generales, sargentillos, seguratas de aeropuerto, encargados, banqueros... y todo aquel que en algún momento u otro de su vida se encuentre en disposición de decidir por otra persona, o de recibir los halagos de muchas.
Ahora me acuerdo de Manrique.
Sonia, les cartes a un jove poeta són efectivament de Rilke i són una mena de text programàtic i teòric molt xulo. Segur que t'agradarà. M'has donat una idea... jeje. Petons.
José Antonio, no estoy de acuerdo con lo que se puede inferir de tu comentario: en la poesía actual no todo son ripios (es más, afortunadamente son escasísimos los ripios, no como en el romanticismo), no todo son prosificaciones (¿te refieres al verso libre?) y mucho menos venecianismos que se consideran pasadísimos de rosca. Pero si lo que quieres decir es que frente a poetastros que lo intentan se erige Kavafis, pues sí. Aunque también hay poetas muy notables, alguno/a muy cercano/a a mi corazón blógico (o bloguer). Saludos.
María Jesús, querida amiga, conviene efectivamente recordar que todos somos mortales y que por tanto debemos ser humildes y escuchar. O leer. O pararnos para ser mejores en sociedad. Requetebesos.
Querido Mariano José, yo también me acuerdo de Manrique, mucho... ahora justo lo estoy explicando en clase. Cada año me detengo en algo diferente, para evitar repetir lo mismo y de paso seguir aprendiendo a partir de nuevas lecturas. Kavafis en mucho Kavafis, y la poesía moral algo a reivindicar. Mira que en mis tiempos de estudiante no me gustaba, y desde luego prefería Góngora a Quevedo, porque yo era mucho de Valery y de Mallarmé, de la poesía pura, de la poesía no contaminada con otras intencionalidades. Porque si el grado de pureza poética es mayor todo resulta más redondo. Pero claro, uno va descubriendo que la otra es más difícil, precisamente porque la humanización que la sustenta hace difícil que el poema se aguante por sí mismo. Así, si el poema se aguanta es que es muy bueno. Un abrazo.
Fascinant personatge César, tot i que avui en dia seria un dictador dels balcans. Algú considerat pervers. Cert, de totes manerees, que en aquells temps la moral era una altra. N'han quedat tantes llegendes: la del riu Rubicó, per exemple.
I què dir de Kavafis. Adoro la seva poesia brutal, políticament incorrecta, però com ve dius, tan viva.
Un tema interesante para la meditación personal. Cuántas veces no escuchamos a quien quiere advertirnos.
Amo a Kavafis, Ramón.
Lo conocí a través de mi papá y nunca me tomé el trabajo de conocer más poetas griegos hasta que hace poco el blog Meridiana- estupendo- me desasnó.
Besos. Queremos más de tus textos y de los consagrados con justicia.
Conseguirás el consenso hablando de Kavafis. Es un poeta que fascina, como Pessoa. Excelente el poema escogido. Y apasionada tu defensa.
Como poeta, confieso que Kavafis no es de mis preferidos, y le tengo una cierta alergia a la forma de 'sermón' ("haz" en lugar de "puedes hacer" o "si haces" o "he hecho"...). Pero sus mensajes también se cuelan fácilmente por una zona cerebral que parece que se diga a sí mismo... "La grandeza te insensibiliza. La grandeza hace que acabes no escuchando. La grandeza te vuelve seco como una tierra árida. La grandeza te roba la humildad, la frescura, la curiosidad." También es poesía y te diré que la prefiero. Inspírate en Kavafis, que yo disfrutaré tus apreciaciones...
Un beso.
Leyendo el poema lo he escuchado como si una voz en off lo recitara y César estuviera, ahora mismo, paséandose glorioso por las calles. Una voz en la base del cráneo.
"Tienes que detenerte a leer la carta".
Es de una fuerza arrasadora, como si hablara el mismísimo oráculo de Tebas, pero adentro de tu cabeza.
Sé muy bien lo que es entender "instintivamente". Es como la empatía, la sintonía, la comunión instantánea. Como si hubieras tomado un café con Kavafis, ayer. Como si fuera parte de tu familia, no la que te fue impuesta, sino la que elegiste.
Me encantó esa confesión tan íntima junto a un poema que es como una columna de mármol.
Un abrazo muy fuerte.
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