Recordaba en una entrada anterior la primera ficción que consumí y que tanto me marcó en mis años escolares. Vino indudablemente a conformar parte de mi propia educación sentimental. Sigo con otros personajes de tebeo que se suman a los Zipi y Zape, los Carpanta, las Hermanas Gilda y a Gordito Relleno, de los que ya hablé.
Pienso en el insoportable Pitagorín, un empollón que no creo que tuviera demasiado éxito (los empollones nunca han triunfado). Era algo así como el reverso de Zipi y Zape. Como la cara aburrida y absurda de la moneda. Me pregunto por qué siempre los buenos ejemplos han triunfado tan poco. O quizá debería preguntarme por qué siempre, en el fondo, nos los han vendido tan mal. Pitagorín sólo pensaba en fórmulas matemáticas y experimentos de química. Imposible sentir la mínima empatía. Sí la sentíamos, en cambio, por Petra, criada para todo; una criada deslenguada con su señora (por cierto, llamada Doña Patro, para jugar con lo de Petra). La lucha de la pobre Petra no era una lucha de clases: al contrario, asumía encantada su destino, era la criada más impoluta del universo del cómic infantil. Impoluta y con moral de esclavo. Pero era quisquillosa y siempre quería decir la última palabra. Y además era fea pero graciosa. De todo lo cual deduzco que los dibujantes e ideólogos tenían más mala leche de la que se sospechaba entonces.
Las doñas eran las mujeres. Yo no estaba acostumbrado en absoluto al tratamiento de doña, tan inusual en Catalunya, es por eso que me llamaba tanto la atención. A doña Patro, la rubia con falda negra de las ilustraciones, se le unían Doña Jaimita, madre de Zipi y Zape, y el personaje más horrible de todos: Doña Urraca, una bruja espantosa. Cuando en clase nos explicaban la historia de la Reina Doña Urraca entendíamos perfectamente que hubiera generado una guerra civil. La Urraca de los tebeos iba siempre vestida de negro, era fea, versión no graciosa (no como la pobre Petra) y su mascota era un murciélago asqueroso.
Más simpático era Rompetechos, un puro desastre. Casi ciego, bajito, engrosaba la lista de personajes entrañables por lo desgraciados. Como Don Óptimo, que recuerdo que paradójicamente era pésimo en todo. Luego estaba Don Pío, con su familia, otro más de los dones tan frecuentes en el mundo de los tebeos (capitaneados por Don Pantuflo Zapatilla, aficionado a la colombofilia). Entre los dones había uno muy particular. Particular al menos su nombre: recuerdo poquísimo sobre sus circunstancias. Pero el nombre... ¿cómo olvidarlo? Don Furcio Buscabollos, se llamaba. No entiendo cómo el dibujante se atrevió a tanto.
Tengo también el recuerdo de la abuelita Paz, nuevamente jugando con las paradojas de los nombres. Porque la anciana era todo lo que se quiera menos pacífica. Llevaba un paraguas con el cual arreaba a quién osara contradecirla. Era malcarada, rencorosa, agresiva, tozuda. Por eso nos parecía tan divertida.
En mi mundo de ficción infantil había también espacio para los detectives y los agentes secretos. Los más famosos, Mortadelo y Filemón indudablemente. Los más divertidos, los preferidos. Representaban un humor más moderno que los Carpantas y los Zipi y Zape, y su universo era también más moderno (quizá inauguraban en realidad la posmodernidad y no lo sabíamos). Si no recuerdo mal eran espías o agentes secretos de una TIA que se parecía sospechosamente a la CIA (por eso, años después, cuando Alianza Popular se convirtió en Pepe no pudimos por menos que acordarnos de los nombres burlescos de nuestra infancia). En ese universo de la TIA, además de nuestros amigos, habitaban un Súper antipatiquísimo (que siempre recibía los golpes involuntarios de los protagonistas, cosa que nos parecía el colmo de la justicia de clases) y una doña Ofelia un poco petarda que andaba enamorada de Mortadelo y que era fea, extremada, sentimental y seguramente católica. Pasaba de lo más deslenguado y atrevido a comportarse como una quinceañera enamorada. Era trabajadora y diligente pero sin caer en ese estiramiento monjil que resultaba antipático. Los dos héroes la rehuían pero eso era una nota de realismo atroz que provocaba ternura. En el fondo Ofelia era una bendita que tuvo suerte: Mortadelo siempre pasó de ella.
Mortadelo y Filemón no fueron los únicos investigadores de mi infancia. Fueron los mejores, eso sí (investigaron la desaparición del trofeo del Mundial 82, e incluso se trasladaron a la Roma clásica para de paso explicarnos un poco de historia), pero no los únicos. No puedo dejar fuera a ese Anacleto, agente secreto que tenía las de perder frente a sus dos contrincantes mediáticos. Anacleto nunca fue brillante pero sí más serio. Y eso era de agradecer cuando uno estaba cansado de gansadas tan evidentes.
Pero había otros amigos. Pepe el Hincha, por ejemplo, el forofo del fútbol, especimen reconocible entonces y ahora. Estaba siempre enfadado, escondido detrás de su tupé, muy gestual para expresar un gol en la propia puerta. Vista desde los tebeos la pasión futbolera era ridícula. Me lo sigue pareciendo en buena medida, aunque me alegre de los triunfos de mi equipo. O El botones Sacarino, que a fuerza de tanto evitar el azúcar se había quedado extremadamente delgado. O Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio. (Años después, esa industria que a veces adolece de tantísima falta de imaginación como es la de la tele los copió a lo bestia y creó una serie burra a más no poder que titularon Manolo y Benito. Manos a la obra. Y puestos a copiar, también la tele birló la idea del gracioso 13 rue del Percebe de Ibáñez reconvirtiéndolo en Aquí no hay quien viva).
Tras estos amigos de dibujos y los tebeos (Pulgarcito, DDT, TBO, Tío Vivo...) llegarían, siempre en el universo de la ficción, las primeras novelas. Enid Blyton, que ahora sabemos que era una bruja, o Los tres investigadores... Pero esto será otro día.
Ecos lejanos, 24
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Sigue siendo tu mano tan leve como entonces, susurra la mujer. Es ese don
de aquello que roza lo imperceptible lo que siempre me gustó de tus
caricia...
Fa 1 dia
44 comentaris:
Hermoso repaso al mundo de la viñeta dónde cada historia no hacía reir,sentir pena o ambas cosas.
Me quedo con Rompetechos por su gran jovialidad
Un abrazo
Esta semana vamos de tebeos. En poco tiempo, acuden todos. Emprezaste tú hace unas semanas, ha seguido Carlos en fin de semana y coronas tú con esta entrada, querido Ramon.
Y fíjate, con tanto tebeo y personaje se me habían olvidado unos cuantos, como Rompetechos, con la gracia que me hacía y que se parecía mucho a un vecino.
También has traído a mi memoria a Petra y Doña Patro, que no las recordaba desde niña. Ya ves, yo quería ser Petra. Vocación de servicio que ya mostraba una..., o sufriente. ¿Por qué no me daría por imitar a las señoronas con posibles?
El colmo ha sido Doña Urraca, una bruja abominable que me crispaba los nervios niños. Puag...
Digo que si nos vamos un rato a jugar al jardín, al pìllao, al escondite, al mate o a lo que se tercie, que ya estoy en vena y con ganas.
Petons, querido amigo y gracias por devolverme a la niñez. Siempre es gratificante. Además, leer esta entrada tuya es instaurar una sonrisa tierna en el rostro.
¡Pero qué bonito!
¿Cómo que segunda parte y última?
Quiero más! Qué recuerdos mas entrañables, que inocentes éramos y que diferente la vida entonces. Hay personajes que había olvidado por completo, gracias por recordármelos.
Un beso.
Nunca fui muy aficionada a los tebeos, yo era más de "Puch" y "Los cinco", por ejemplo. Pero reconozco que has hecho un homenaje a los personajes y sus creadores increíble.
En una cosa si me voy a mojar, estoy de acuerdo, los empollones, en general, nunca fueron profesionales brillantes; tal vez porque están tan ocupados en ganar que se olvidan de socializarse y luego tienen carencias en la personalidad. En general, eh; que no se ofenda nigún empollón, también he conocido casos excepcionales.
Un abrazo.
Quins records mes entranyables, sobretot amb la Ofelia del Mortadelo, que a mi em feia molta gracia. Ja deia jo que en faltaven de personatges l'altra vegada... ara sí que ja està complert Per a tu, al menys , que jo encara consumia amb passió les històries d'Esther o les fotonovel.les. Quins temps...
Me ha parecido una entrada muy entrañable, por doña Urraca, por doña Petra, por Furcio Buscabollos.
Tot aixo es de una altra època per a mi, els unics que he recuperat son Mortadelo y Filemon, que son atemporals. Falten Tintin, per exemple.
Felipe, a mi Rompetechos me ponía nervioso, porque se pegaba cada trompazo inmerecido... que se los llevase el Súper o Mortadelo era para reírse, pero Rompetechos era frágil. Un abrazo.
Isabel, qué risa con tu deseo de ser Petra, no puedo imaginarte. Como sí puedo imaginarte perfectamente es jugando. A veces pienso que me gustaría poder viajar en el tiempo para estos pequeños detalles: no necesariamente asistir a un gran episodio histórico, que suelen ser muy aburridos, sino poder acercarme a Murcia y ver a la niña Isabel jugando ajena a todo cuanto de bueno le espera en esta vida. Un abrazo molt gran.
Mercedes hormiga rosa, un abrazo. ¿Cómo no va una hormiga rosa a disfrutar con viejos recuerdos de cuando éramos niños? Si le sobra sensibilidad para eso y para otras tantas cosas...
Mercedes, espera, espera. Luego vendrán Los cinco, los siete secretos, etc Si hago un repaso de mi formación en la ficción ello tendrá que estar necesariamente. Un gran abrazo.
Sonia, jo també era fan de la Ofèlia, era molt divertida i una mica desgraciada, per això em resultava tan simpàtica. De l'Esther justament fa poc qu en parlava amb una amiga, jo no la llegia però sé perfectament què era. Una abraçada.
Irene, siento sacarte del error, no era doña Petra, era doña Patro... Me alegra que recuerdes a Furcio, yo lo recuerdo poquísimo. Besos.
Esteve, quin record m'acaves de portar. Havia oblidat totalmente a Tintin en aquesta entrada, potser perquè és posterior als tebeos. M'ho apunto, en parlaré un dia, perquè en vaig ser un gran fan. També Tintin té molt a veure amb la meva formació literària. Una abraçada i m'alegra veure't per aquí després de tant de temps.
Podemos hacer un club de fans de Mortadelo y Filemón, pero no de las películas, que están bien para un ratito, no, no. Un club de fans de los tebeos originales de Mortadelo. Y diré más: de los tebeos con guión del propio Ibáñez. Había historietas (que no comics) en las cuales Ibáñez firmaba dibujo y guión: eran infinitamente mejores a las que Ibáñez solamente firmaba el dibujo. Estas últimas tenían unos guiones desprovistos de gracia, eran previsibles y sin sustancia. Aquí el genio era Ibáñez, no los guionistas, no el director de cine, no los actores. Ibáñez y punto.
Siempre me han encantado los comics y siguen encantándome: disfruto con Asterix y Obélix, Mafalda, el roto,Xaquín Marín, o Carrabouxo y Maitena. Un chiste, una tira cómica, es igual que una poesía: el resumen de un pensamiento en su esencia. En vez de revistas normales, leí la Codorniz, en vez de noticias, leo a Forges...
Mis comics fueron posteriores y definitivamente más gamberros.
Leí tu entrada anterior y con esta he vuelto a disfrutar de tu magnífico repaso al mundo del tebeo.
Gracias
Un beso
Hola Ramon.
Pero que bien los describes. Lo has bordado, solo te has dejado un nombre por escribir, no para recordar, puesto que has "colgado" la foto del pesonaje subido a un caballo.
¡Era don Pio!.
Yo algunos de ellos ya no los "he pillado". Hablais de TIN-TIN....si...pero ya no es lo mismo.
¡Donde este CARPANTA!
Yo soy mas de la FAMILIA ULISES, y personajes del TBO.
Ahora que pienso habían otros dos mas de la época que cuentas, eran geniales.
EL REPORTERO TRIBULETE y LAS HERMANAS GILDA.(quizas esta última ya la citas....
No puedes dejarnos asi Ramon,has de entender que como mínimo necesitamos una tercera edición.
Una abraçada.
Perdona Ramon, he mirado tu entrada anterir(no lo habia hecho antes)y releer esta última.
¡¡No te has dejado ni las hermanas GILDA ni DON PIO¡¡
Gracias.
Saludos.
Emocionante repaso de varias épocas. Quedan lejos casi todos pero siempre nos recuerdan los momentos gratos de nuestra infancia. Los he reconocido a todos (lo que ya es mucho reconocer), pero no a todos los conservo con el mismo interés. Los únicos atemporales para mí son Mortadelo y Filemón, humor absurdo, moderno y muy próximo con viñetas de calidad creadas por un genio del humor. Un abrazo
¡Qué reunión de personajes has montado en tu entrada! La historia del cómic, de los tebeos, va paralela a nuestra propia historia; crecían con nosotros, íbamos de unos a otros en función de la edad... Lástima que prácticamente hayan desaparecido de las aficiones infantiles y juveniles de hoy.
Por supuesto que yo me identifico con Pepe, el hincha. Y grito los goles de mi equipo de una manera desaforada.
Pero no me odies por eso, pensé que no tenías equipo, pero veo que sí lo tienes.
Recorriendo ese mundo infantil, siento como si estuvieses relatando un mundo perdido, una edad dorada que desconozco. Es como cuando leía al Quijote relatar las historias de sus caballeros amados.
Y lo hacés con la misma pasión, por eso uno lee extasiado estas cosas.
Un abrazo.
Personalmente lo que más me gustaba era la casa del TBO cortada en la cual se veían los pisos y a los vecinos...
..igualico, igualico que el dufunto de su aguelico...jajja.
También leí mucho Capitán Trueno y el Jabato y como no a los fachas de Roberto Alcazar y Pedrín.
Gracias Ramón por el guiño al pasado.
Un abrazo.
Cuando yo era niña cambiábamos los tebeos, por unos céntimos (no recuerdo cuantos) ibas al kiosco y te cambiaban los leídos por otros. Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape, la familia Cebolleta, Anacleto agente secreto...Tengo que confesar que los escondía bajo el colchón para que no me los quitaran las monjas (estaba interna) y los leía por la noche con un foco que escondíamos mi compañera de habitación y yo.
Ya le di besitos a Iker de tu parte, gracias. Yo te los mando en gallego.
Bicos
María Jesús, yo fui poco de Astérix, y mira que gustaba a los niños de mi generación. No sabría decir el motivo, porque seguro que me hubiera encantado... es de esas cosas biográficas que uno no alcanza a saber el motivo. Un abrazo.
José Antonio, apunto esa referencia a los guionistas. Los comentaristas hacen grande un blog, siempre lo he dicho, jeje. Me apunto al club de fans de Mortadelo sin dudarlo. ¿Te acuerdas de Bacterio?
Paula, que también me gustaron, y me gustan, los comics gamberros, pero en esta entrada hablaba de cuando tenía doce años!!!
Carmen, gracias por tus palabras. Un abrazo.
Josep, el único que asumo como olvido es el reportero Tribulete, es verdad. No me acordé, aunque también es cierto que no me dejó excesiva huella, pero si he puesto a don Furcio que tan poca huella me dejó, cómo no poner a Tribulete que al menos lo recuerdo. Nada, nada, error mío, lo asumo. Una abraçada molt forta.
Carlos, apuntadas quedan tus preferencias. Yo también he seguido con verdadero interés tu aproximación al cómic, más literaria, igualmente gozosa. Un abrazo.
Arobos, no lo había visto así pero es cierto que el tebeo como concepto de cómic popular y familiar ha desaparecido casi, lo cual es efectivamente otra lástima. Su lugar lo ocupan los video juegos para los chicos y las teleseries tipo Hana Montana para las niñas... Un abrazo.
Mr.Pulgarcito, ya sé que tú te identificas con Pepe el Hincha, aunque con menos mala cara y menos malas pulgas. Y sí, tengo un equipo que puedes fácilmente imaginar cuál es, aunque no me guste el fútbol. Pero lo respeto, lo respeto.. Un abrazo y gracias por ese sentido del humor.
Tula, te refieres al 13 rue del Percebe, de Ibáñez, el mismo autor de Mortadelo. El 13 rue tenía lo mejor de Ibáñez: el sentido del humor tan ingenioso y para todos los gustos. Por un lado la "rue" francesa, por el otro el "Percebe" tan de la tierra. Y el número 13 auguraba todos los desastres. Y luego están los personajes, verdaderamente divertidos. Me encantaba la vieja de los animales, el caco y su esposa, la madre con los hijos hiperactivos, el tramposo de la tienda y por supuesto el trasto del ático. Buenísimo.
Dilaida, qué graciosa la historia de la niña interna que lee tebeos a hurtadillas iluminándose con una lucecita. Me encanta esta historia tan narrativa, tan cinematográfica. Parece que hables de otro milenio (glups, ahora que lo pienso, ciertamente cuando hablamos de nuestra infancia hablamos todos de otro milenio... será por eso que parece todo tan raro y tan lejano.) Un abrazo muuuuy fuerte.
Parece que estás describiendo las emociones que me causaban a mí, los mismo personajes. Aunque yo pasé muy rápido (quizá demasiado) al Cómic más elaborado, tipo Principe Valiente... Y luego a la revista 1984, Conan el Bárbaro, etc. Además las novelas me cautivaron desde muy chico, con Salgari y demás a la cabeza.
Ha sido un placer recordar con tus palabras a esos entrañables personajes. Sobre todo a Mortadelo y Filemón, que nunca he dejado de leer.
Un saludo.
Me ha gustado mucho esta entrada tan trabajada y recopilatoria...
para mi, aunque parezca mentira, me representa más una crónica que un recuerdo...
y me pregunto...¿qué leerìa yo de pequeña?...porque muchos de estos personajes los he olvidado...
tal vez Mortadelo y Filemón....
Me parece un buen trabajo, y seguiré pensando que comics pasaban por mis manos..
¡¡ es preocupante¡¡
Te recomiendo un blog que te gustará en el que recopila los recuerdos de recortables,de radio, de peliculas, de TBO,de musica..
y a los comentaristas tambien.
la direccion es
EL DESVAN DE RAFAEL CASTILLEJO
http://rafaelcastillejo.com/
Entra a dar un vistacito que te gustará....
¡Qué recuerdos Ramon! Yo era de Mortadelo y Filemón y de Anacleto agente secreto. Que recuerdos de verano y de infancia.
Un abrazo
Fumador
Muy buena segunda parte, sí señor. ¿No os suena éste "Don Sí Señor"? Me parece que era algo anterior. Yo leía los de mi padre, que habían sido antes de mi abuelo, así que debe hacer 50 años. Se trataba de un tipo que irritaba a todo el mundo con esa única respuesta que daba siempre. Hoy se hubiera defendido con sobrada solvencia.
De tu entrada no los conozco absolutamente a todos, pero sí a muchos de ellos, y refrescar la memoria me ha proporcionado una agradabilísima sensación por tan divertidos momentos de lectura, o de pasar simplemente la vista por encima de las viñetas cuando aún no sabía leer.
Un abrazo y felicidades por estas entradas estupendas.
Lindisimo repaso a la historia del comic.
Mi preferido, amigo rAmon, era Rompetechos, seguido, a larga distancia, del inolvidable Mortadelo.
¡Cuantos buenos ratos le debo a este entrañable calvo cegato con gafas...!
Un abrazo.
Gracias por darnos un paseo por el mundo del TBO. Aunque yo era más del Capitán Trueno, El Jabato, El Guerrero del Antifaz, Roberto Alcazar y Pedrín... Eran formas de influir en los crios y llevarlos a los principios de la España de los 50 y 60...
A los que tu comentas llegué algo tarde, aunque me encantaban.
Un saludo
Gaviota quisiera ser
trazando siluetas
en el azul del cielo
tornasolado.
Para acercarte
las ilusiones cultivadas...
intentando que
este fin de semana
sea más brillante
que el anterior.
María del Carmen
Opinador, a parte de Mortadelo nuestros referentes son algo diferentes, al menos por lo que respecta al cómic. De todas formas citas a Calgari, que recuerdo haber leído, como a Verne, en esas novelitas de la editorial Juventud si no me falla la memoria. Un abrazo.
Anna, los comics no te marcaron, a mí tampoco a no ser los de esta etapa inicial. Te marcaron otras experiencias estéticas, seguro. El blog de Rafael es una verdadera maravilla, qué enorme sorpresa. Con tu permiso pienso publicitarlo porque vale la pena para activar la nostalgia.
Fumador, esas historias graciosas de detectives y de espías nos engancharon intensamente. No es extraño. Ahora nos siguen fascinando las historias de espías. El misterio y el humor tienen mucho que ver con el ser humano. Un abrazo.
Jose, me he reído leyendo tu observación relativa a Don Sí Señor. No lo recuerdo absolutamente, creo recordarlo aunque desde luego no lo sitúp en tanto que personaje. Sería divertido recuperarlo hoy. Recuperar esa crítica al servilismo de una época que yo creo intuir tras ese excelente título. Un gran abrazo. Y los jesuitas no, yo fui a los escolapios. No me marcaron hasta el horror pero sí hasta el bostezo y hasta la indiferencia, aunque su actitud tan absolutamente pro-burguesa a mí me afectó para mal. Los curas siempre van hacia donde hay dineros, ya se sabe. Un gran abrazo, amigo.
Cornelius, eres fan del humor de Ibáñez, ya veo, que era también el padre del pobre Rompetechos. Los tebeos definieron mejor que muchas películas una época muy larga. Un abrazo.
Antonio, los comics que tú hablas eran los de la posguerra. Tenían tela porque a veces servían descaradamente a los intereses del dictador y de su régimen. Aunque en el fondo qué mal lo hicieron. ¿Cuántos antifranquistas se gestaron leyendo esos comics? Muchísimos, afortunadamente. Un gran abrazo.
Gata, eres un sol o una gaviota amabilísima. Esperemos que el fin de semana sea propicio en todos los sentidos, y brillante también. Me pasaré por tu blog, por lo de las ilusiones cultivadas, así estará todo al completo. Un gran abrazo.
Algunos de estos personajes siguen siendo mitos para chicos y chicas que nacieron muchos años después de su creación. Por algo será.
Muy bueno tu paseo tebeoril.
Fui poquito de tebeos, pasé enseguida a las novelas juveniles (o sea que espero tu próxima entrega dedicada a Enid Blyton y demás con interés),pero de todos ellos me quedo con Mortadelo y Filemon,y como no, con la 13 rue del Percebe...
Un abrazo
A mi los comics me llegaban con calor de palomitas, con cansancio de visita a hospital y olor a autobús viejo. ¡Cuántos Don Miki le debo a mi vecina! Estaba deseando que tuviese que ir a Murcia, siempre me traía el mismo regalo. Yo era como un hijo y ella como un hada madrina.
Ahora me sueno los mocos y sigo con mis cosas. Esta lagrimilla no te la perdono Ramón.
Salud.
Perich
A mí todo ese mundo me llegaba de refilón, literalmente. Acaso por verlo esquinado, en un sillón del tresillo familiar, donde mi hermano mayor... ja, ja, je, je...
Mortadelo y Filemón eran puro fracaso.
Carpanta era patético: ¡Aquellos bocadillos!
(yo nos los conocía, hasta llegar a BCN y ver a algunas compañeras de clases)
Las hermanas ésas... ¡qué horror!
Mira, lo único que me "llamaba" era lo de "Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio". No sé si por la rima (falsa poesía) o si por la realidad.
¡Ah! Y lo de la Rue del Percebe: tanto por lo de Rue como por los percebes, que eran las tapitas de mi infancia, lo que le servían a mi padre cuando tomaba un vino o aperitivo en...
Se ha sublimado demasiado la cutrería nacional, el factor pintoresco. Desde las ciudades o desde el extranjero, claro. Y ahora nos pasan factura, y con razón. No haber avanzado en doscientos años, pese a Goya y tantos otros cráneos con sustancia.
La mojiganga es popular, pero adormece. Y llueven chuzos, Ramón!
Fraternalmente!
Y aquí estamos
Ramon, me has trasportado a mi infancia y principio de adolescencia con el mundo mágico de los tebeos.
Me gustaba mucho Petra, las hermanas Gilda,Carpanta...además los cuentos de hadas y princesas de la colección Azucena. Solia ir por las puertas de mi escalera a cambiar tebeos con mis vecinos infantiles, así leiamos, los de unos y otros.
Gracias por hacerme evocar una parte feliz de mi vida
No tengo ni idea de ninguno Ramón pero igual me entretuve leyendo sobre los tebeos que cuando me los nombraba una amiga no tenía idea de lo que esa palabra significaba,ahora ya contigo lo sé,lo que voy a hacer es ir al google y buscarlos para conocerlos,un abrazo!
Vuelvo otra vez con una pagina que creo tambien te pueda interesar del mismo autor que te recomendé
Es "Tebeos y cultura"
http://tebeosycultura.blogspot.com/
Así se complementa este tema.
Un saludo.
No se que sucede con mi ordenador, he hecho tres comentarios y se han ido a¡ freír gárgaras!.
Te decía que lo mío con los tebeos sucedía en verano durante las vacaciones- yo estaba interna en un colegio-, con mis sobrinos mayores, teníamos montado un negocio, alquilábamos o vendíamos los viejos para comprara nuevos.
Mi prefe el TBO y La Rue del Percebe, empezaba a leer siempre de atrás, para delante; el formato en esa época era muy grande y en las páginas centrales había pasatiempos, y un personaje que nadie ha contado, era un negrito despistado- no recuerdo el nombre-al que le sucedían cosas graciosas en la selva, no había diálogos solo sonidos.
Bueno a ver si ahora tengo suerte
BESOS ¿has sufrido las inclemencias del temporal? espero que estés bien.
Anacleto, el Botones Sacarino y el profe Bacterio eran mis favoritos. En el cole le pusimos de mote a un hermano de La Salle, "Bacterio". Desde luego, era mejor el original.
¡Salud, República y TBO!
Haciendo memoria (cosa que em falla a menudo desde que tuve meningitis hace unos 4 años) recordé que tenía muchos de Mortadelo y Filemón y que me divertían un montón,y uno que se llamaba condorito, paturuzito,asterix y Mafalda que era mi favorita,cuando vine a leer tu post olvidé traer mi cabeza,jejejejejeje! por eso al recordar regresé a comentartelo,me pasará a menudo,jejejejeje,y otros días mi dislexia te impedirá saber lo que escribí,soy así!!!!!!!!
un abrazo y buen fin de semana.
Ramon, ¿llegaste a conocer esas dos viñetas que titulaban "Primero dijo"? En la primera el personaje aseveraba una cosa y en la siguiente hacía la contraria.
Una entrada entrañable y muy completita.
Un abrazo.
P.D. Tengo preparada otra entrada de tebeos. Son más antiguos y espero que nadie compare. Si lo hacen, ya sé "quien pierdo".
Cecilia, es cierto que las nuevas generaciones pueden leer, y lo hacen, estas viejas historias. Por algo será, es cierto.
Rat, seguramente las chicas erais menos de tebeos, o en todo caso consumiais otro tipo de tebeos. Pero, ¿quién se resistía a los 13 rue? Besos.
Perich, estas cosas sentimentales son siempre como pedacitos de la madalena proustiana: despiertan en nosotros un mundo. Un abrazo.
Ana, no estoy de acuerdo contigo. Estoy hablando de un mundo infantil en el que uno aprendía a combinar lecturas diferentes. No me parece que estos tebeos tan humildes representen la cutrería nacional ni pienso que adormezcan. Lo que adormecen son los videojuegos. Un beso
Maripaz, qué hermosos recuerdos nos traes. Se trata del especial paraíso afortunado de la infancia. Un abrazo.
Isol, los dos comentarios tuyos me han parecido encantadores. Una gran sorpresa lo de tu enfermedad felizmente superada. Si dejó alguna pequeña secuela seguro que es tan pequeña que carece de importancia. Te dejó intacta la curiosidad, la capacidad de sorpresa y la capacidad de emocionarte. Todo eso es mucho más de lo que muchos tendrán nunca. Un beso muy especial.
Anna, generosa con tus descubrimientos. Gracias mil.
Laura, últimamente estoy descubriendo sencillamente que tu vida es apasionante. Me tienes enganchado. Un abrazote enorme.
Mariano José, salud, república y TBO, di que sí. Que eso representa el espacio afortunado de nuestra infancia y solamente por eso ya vale la pena reivindicarlo. Sí, creo recordar que yo también tenía un profe a quien llamábamos Bacterio: era tan reconocible... Un abrazo.
Thornton, qué risa con el Primero dijo... sí, lo recuerdo vagamente. Bueno, estoy ya esperando tu entradas sobre los tebeos, seguro que será un complemento excelente a la mía. Un abrazo.
No conozco esas historietas pero si a la familia Telerin que si no me equivoco era espaÑola.
Besos, ya puedo loguearme y comentar gracias a que mi web master se ha dignado brindarme un buen rato de su tiempo...
p.d. esa abuelita Paz nada pacifica creo que es mi favorita.
Que tiempos aquellosssss, me ha encantado recordarlos ;)
Feliz semana!!!
Besitossssss
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