dissabte, 19 de juny del 2010
dimecres, 16 de juny del 2010
EASTRIVER DOS
El 27 de mayo de 2008 comencé este blog. Recuerdo las vacilaciones iniciales. EastRiver, por ejemplo, no por fascinación con Nueva York (eso vino después) sino por el significado: para mí significa río de oriente más que río del este.
Había subido recientemente al Tibidabo, la zona más alta de la montaña de Collserola (la que encierra Barcelona encarándola al mar), y aproveché unas fotografías que habíamos hecho de su parque de atracciones. Fue una buena manera de comenzar: los parques de atracciones pueden dar miedo pero, incontaminados de ficciones, dan alegría y nos vuelven niños. La noria, los autos de choque, el avión que gira en su eje. Estas que siguen fueron las primeras fotos que subí, dudoso, a blogger.
Y además el mismo nombre de Tibidabo resultaba propicio: Intellectum tibi dabo... te doy la inteligencia y tú mismo, allá te las apañes. Aquel mismo día, contemplando mi ciudad desde lo alto, el mar al fondo, me hicieron una fotografía que aproveché para poner de cabecera del blog.
Esta primera cabecera duró poco tiempo, unos meses. La razón de dar la espalda no era otra que la de evitar ser reconocido. Pero cierto día di la cara. Pensé, ¿cómo van a dar conmigo si no pongo el apellido? Pues bien, si la vida es un pañuelo, internet también. Lo afirmo, para quien no lo sepa.
Unos cinco meses después decidí cambiar la cabecera. Me quedé con una foto que hizo mi hermano cuando estuvimos en New York: en la plaza Columbus, justo a la entrada de Central Park, brillaba el mundo. Esa fue la foto que identificó mi blog durante unos cuantos meses.
La última cabecera la puse hará cosa de ocho meses. La historia es la siguiente: en el museo de arte contemporáneo de Bruselas fotografié un cuadro que me hizo gracia. Un enorme sol anaranjado asomando por la parte superior. No sé, ni me importa demasiado, de quién es el cuadro. De algún famoso pintor belga, supongo. Y yo lo he estado usando impunemente este último tiempo. Con tendencia al pirateo en según qué casos, ya se ve.
Empecé con el blog EastRiver a finales de mayo de 2008. Pero lo cierto es que luego estuve algunas semanas sin escribir, dudoso de por dónde ir. ¿El balance? Buenísimo, no por mi blog sino en general por haber descubierto los blogs, esta nueva forma de comunicarse. Diré sólo que he disfrutado literariamente, que he conocido artistas y tendencias, me he comunicado y finalmente en muchas ocasiones me he sentido mejor informado aquí, en la blogosfera, que en los medios habituales. Y, de paso, he conocido mucha gente interesante.
Y bueno, todo esto, ¿para qué? Porque tras dos años ha llegado el momento de un pequeño cambio. Me mudo, me cambio de casa. Os doy la dirección en pocos días (de cara al fin de semana): me gustaría también contar con vosotros. Un abrazo grande, grande.
dilluns, 14 de juny del 2010
divendres, 11 de juny del 2010
CONTRA LOS GAYS
La Iglesia habla siempre para ilustrarnos y advertirnos. Cuando el honorable vicepapa cardenal Bertone advirtió hace unos meses del gran peligro de los gays, pues es bien sabido que son todos unos pederastas, lo hizo con el mismo espíritu generoso con que la OMS quería vacunarnos a todos en octubre. Habrá algún listo que pensará, con esa malicia que se gastan algunos, que se trataba de dar una vuelta de tuerca más a esos intentos de siempre de la Iglesia de criminalizar a los gays. No era eso, naturalmente que no era eso. Era advertir a padres y madres bienintencionados para que no dejen nunca a sus retoños en manos de gays porque la tienen muy larga, la mano. Según los datos de la Iglesia la mayoría de gays son unos pedófilos rematados. Tienen pruebas: algún científico católico lleno de buenas intenciones y mucha inteligencia práctica habrá hecho algún estudio. Les creo, claro.
Yo les haría caso: ya sabemos que la Iglesia siempre suele tener razón. Atención a la proclama: ningún niño en compañía de gays (la versión lesbiana también la evitaría, francamente, que son muy poco cuidadosas y menos delicadas, por algo algunos las llaman camiones). Retiraría naturalmente a todos los niños o adolescentes que pudieran tener algún maestro o profesor gay. Y rezaría por la conversión sexual de esos descarriados. Pero lejos, lejos, que hagan la conversión bien lejos. El cómo no es difícil: ese otro adalid de la modernidad moral que es Evo Morales habló ya de los pollos (¿o quiso decir pollas?). Que como sabe la Iglesia desde hace siglos y Evo desde hace un poco menos, los gays son un peligro público y una vergüenza. (En eso al menos las izquierdas y las derechas siempre han estado históricamente de acuerdo).
dimecres, 9 de juny del 2010
MI GRITO SOBRE LAS VENDAS
(Esta entrada se publicó con el título de "La venda en los ojos" en el blog Grito de lobos en junio de 2010)
Considero que todo lo que estamos viviendo en estos días es enormemente positivo. Positivo para que caigan vendas. Positivo porque siempre es mejor conocer el terreno de juego. Positivo para que nos demos cuenta de una vez de que existe, como dice Oliveres, un vértice de la pirámide que es quien de verdad manda. ¿Descorazonador? Mucho. Pero más vale estar avisados. Decir en este caso que información es poder no sería exacto, pero sigue siendo válido que para poder cambiar las cosas, o mejorarlas, es necesario que se caigan muchas vendas.
Con las noticias recientes de Merkel y sus recortes alemanes he pensado que seguramente muchos estados se apuntan a la excusa fácil para recortar a gusto y poder jusificarlo. No me creo casi nada, la verdad (aunque sí que es cierto que he celebrado que aquí no gobiernen las derechas, o al menos no las derechas duras, que uno ya no sabe, pues intuyes que con una cierta sensibilidad social la sangría no es tan aparatosa como sería si mandasen otros con menos manías).
Sigo oliendo a mentira ambiental, a grupos de poder, a democracia falsísima. ¿Cómo no va a apetecerme gritar y ser más que nunca lobo rabioso? ¿Cómo no me va a molestar, entre muchísimas otras cosas, que a los jugadores de la roja les prometan 600.000 euros tal como está el patio? (Por cierto, ¿quién los pagaría?) (Más por cierto, ¿se me tacharía de catalanista irredento si afirmase impunemente que preferiría que no ganasen?)
Cohn-Bendit, ya veréis, habla de hipocresía global. Porque Cohn-Bendit habla claro mientras muchos ojos se abren. (Y hablando de hipocresía, ayer en las noticias reportaban que un instituto de secundaria ha creado un prototipo de automóvil que consume un litro de gasolina cada mil quilómetros. Si esto lo hacen adolescentes más o menos tutorizados, no puedo evitar pensar qué hubiesen logrado los grandes ingenieros si les hubiese dado la gana, si no hubieran estado tan mediatizados y tan untados...) Pero vuelvo a Cohn-Bendit, aunque todo me lleve a la constante y pertinaz mentira.
También otros hablan claro. Demasiado. Se nos ponen los pelos como escarpias oyendo a la intelectualidad del Partido Popular llamar zorra a una consejera de sanidad por proponer talleres de sexualidad a los niños. Lo que para mí es síntoma de sociedad avanzada es para ellos el colmo de la perversión. Es evidente que ellos y yo vivimos en dos planetas lejanísimos. De lo cual me alegro como no os podéis figurar. (Por cierto, Felipe se me anticipó con este vídeo... prometí en broma ponerlo verde, cosa que naturalmente no pienso hacer porque le estimo demasiado, su blog es de los imprescindibles y además va bien ver dos veces la misma piedra antes de que nos la lancen a la cabeza).
dilluns, 7 de juny del 2010
RACONS (VIII): EL MURO
Mi fascinación por Berlín era muy grande, sobre todo por el muro. Porque Berlín permite acercamientos desde Historias muy diferentes, pero todas ellas en mayúsculas. La historia del Imperio Prusiano, por ejemplo. O la historia del nazismo y la Segunda Guerra. O la historia de la guerra fría y el muro de la vergüenza. Elegí esta última. Acaso por ser la más cercana, o acaso porque recuerdo la caída de 1989 y estoy viviendo, como todos, las consecuencias de todo ello.
Pero en Berlín no todo es muro. Está por ejemplo la enorme torre de comunicaciones, la literaria Alexanderplatz, la futurista Potsdamer, la puerta de Brandemburgo, el Tiergarten o cómo tener un bosque dentro de tu ciudad, la avenida del Under der Linden o avenida de los tilos y el monumento al Holocausto que es fantástico en su rareza. Al monumento al Holocausto le dediqué un "Racó-Rincón" hace unos meses.
Pero volvamos al muro. Berlín es una ciudad de ciudades. Algunos de los rincones más emblemáticos vienen condicionados por el muro, que en gran medida sigue presente en el imaginario, ese muro que dividió en dos la ciudad. Los pocos fragmentos que existen son ahora atracción turística, museo al aire libre. Hay pedazos de muro en la emblemática Potsdamer Platz. En los alrededores del Checkpoint Charlie (una de las puertas más conocidas entre Berlín Oriental y Berlín Occidental). También en el Centro de documentación de la Bernauer Strasse, de visita obligada.
De entre todos los rincones berlineses dedicados al muro hay uno que es seguramente el mejor, el más interesante: la East Gallery. Se trata de un quilómetro de muro que sigue todavía en pie a modo de galería al aire libre. Los artistas que habitaban en Berlín a principios de los 90 decoraron ese quilómetro que se ha convertido en símbolo de la posguerra fría. El verano pasado, con motivo del décimo aniversario de la caída del muro, se restauró ese quilómetro de muro. Las fotos que traigo son de antes, de cuando yo lo visité en 2005.
Más tarde supe que en el interior de los dos muros habitaban los conejos. Era un paraíso cerrado, seguro y muy habitable (un verdadero locus amoenus conejil). Me sorprendió tanto que lo cité en una entrada y es un ejemplo de que uno descubre cada día nuevas esquinas inesperadas, incluso cuando menos lo espera.
dijous, 3 de juny del 2010
MEMORIA DE COLLIURE
En diciembre de 2009 varios blogs nos unimos para homenajear a don Antonio Machado. Aquel homenaje colectivo sirvió para darme cuenta de que mi enorme respeto hacia el poeta sevillano no era una rareza.
Y sirvió también para que mis ganas por visitar su tumba se vieran incrementadas. Por eso en Navidad hicimos una de esas escapadas que tanto me gustan. El frío siempre es mi aliado. Y el mar me gusta fundamentalmente en invierno. Por eso Colliure en Navidad es aún más bonito y melancólico.
Tras pasar el llamado Coll de Belitres, lugar de la frontera de Portbou y que glosé aquí en una entrada, nos encaminamos por la serpenteante carretera que se adentra por los pueblecitos de la Catalunya norte hasta llegar a Colliure. Las playas, las callecitas, las plazas, el castillo (muy interesante, la verdad), el rompeolas del puerto, el hotel donde don Antonio y su familia pasaron los tristes días del exilio y finalmente la tumba, adornada siempre con la bandera republicana y fragmentos dispersos de poemas. Siempre había querido estar ante esa tumba, por todo lo que significa. Y fue emocionante. Como detalle meramente anecdótico yo también escribí y puse mi nota en el buzón de las cartas para don Antonio. Cuestión de respeto.
dimarts, 1 de juny del 2010
LIPDUB
Un Lipdub (de "doblaje de labios") es un vídeo realizado generalmente en plano secuencia en que los participantes hacen el playback de una canción respetando una coreografía muy estricta. Es algo que tiene algún punto en común con el Flashmob, aquella puesta en escena en que un grupo de gente que teóricamente no se conoce se pone a bailar, a veces a cantar también, mientras son grabados por una cámara. Hablé del Flashmob en una entrada mía de este mismo blog.
Ambos, Flashmob y Lipdub tienen mucho de Performance aparentemente improvisada e incluso de Sniggling sorprendente (Sniggling es una performance en que los espectadores no saben al principio que lo que están viendo pertenece al campo de la ficción). En cierta forma son ejemplos de una tendencia posmoderna del arte y del espectáculo. Existe una página de Lipdubs en que aparecen recogidos los más famosos.
Yo rescato tres que me han parecido divertidos. Los dos primeros son dos Lipdubs al uso a partir de dos canciones de moda. Lo que más importa es que la preparación sea original y calculada al milímetro y que todo el mundo esté donde tiene que estar.
Otra variante es lo que podríamos llamar el Lipdub casero. Todo el mundo se graba en su casa y manda el resultado a alguien que, tomando un trozo de cada uno de los recibidos, monta un Lipdub generalmente reivindicativo. Aquí uno contra la homofobia también muy divertido que se realizó el año pasado con motivo de ese día que le gusta tanto a nuestra querida reina: el día del Orgullo.
¿Se imagina alguien un Lipdub hecho por nosotros a favor de alguna causa de las que llenan nuestros blogs semanalmente? Sonrío imaginándonos a todos cantando no sé qué canción a favor del juez Garzón, en contra de los toros o en favor de la necesaria república, por un decir...
divendres, 28 de maig del 2010
MUSEU MARÈS O EL CAOS A BARCELONA
Una de les visites emblemàtiques de la meva ciutat és el Museu Marès. No hi havia anat mai fins un tarda desvagada del passat estiu. Hi havia alguna cosa que em feia malfiar. Havia visitat, això sí, el pati, tan maco, amb la seva font central, al costat mateix de la Catedral. Sabia també que els terrenys que actualment ocupa l'edifici gòtic del Marès varen ser en èpoques tan pretèrites els jardins privats del Palau Reial dels Comtes de Barcelona (els descendents de Guifré, vaja).
El Museu actual és el regne de l'horror. Sempre m'han provocat un gran desassossec i neguit els museus fruit de les hores desocupades d'un col.leccionista ric, sense més ordre ni sentit que l'acumulació d'objectes diversos. Objectes que fora de tot context semblen sortits d'un malson. Nines, vestits d'època, ventalls, bicicletes antigues, culleretes de plata, marcs de fotos. Sales i més sales dedicades als objectes més diversos. Qualsevol cosa és bona per a ser col.leccionada, està clar. Visitant el Marès està claríssim.
El millor, de lluny, les escultures d'èpoques diverses. Com les verges romàniques. Sempre m'ha impressionat la senzillesa intensa del romànic. O alguna portalada també romànica que, pedra a pedra, va ser en el seu moment traslladada al Museu (la segona foto de sota... Aquesta mena d'espoli m'aclapara des de sempre. Potser sí que és cert que moltes peces s'haguessin perdut però m'agradaria saber quants capellans es van omplir les butxaques). O un pati interior (el de l'altra foto) que, també pedra a pedra, va ser reconstruït dintre del museu (la Via Laietana va travessar-lo i per tal d'evitar-ne la destrucció definitiva van optar, afortunadament, per traslladar-lo... Em pregunto per què Marès, tan aficionat a col.leccionar-ho tot, no va decidir iniciar llavors una col.lecció de patis urbans).
La sensació en sortir del Marés és la d'haver contemplat peces realment interessants, però la falta d'un verdader fil conductor (es passa de les verges romàniques al joc de parxís de principis de segle XX, de l'escultura pre-romànica a una col.lecció de rellotges de butxaca) fa que el conjunt no s'apreciï en absolut. El que realment em va sobtar moltíssim van ser els escrits que els visitants deixaven en el llibre de la sortida. Vaig obrir-lo amb curiositat, esperant llegir les crítiques més espantoses (que són les que hagués escrit jo). La sorpresa va ser total. Il più bel museo del mondo, o mais belo lugar mágico, ce musée est un charmant et adorable, cómo mola colega... Només pot haver-hi una explicació: a la gent d'arreu li agrada el caos.
dilluns, 24 de maig del 2010
LO QUE ME MOLESTA DE LAS TIJERAS
Si hay huelga general seguramente no iré. Porque soy solidario y asumo con mi esfuerzo la parte que me toca de la recuperación del país. Porque entiendo que vivo donde vivo (en Europa) y no en Asia. No digo que me parezca que se ha hecho bien: se hizo tarde y se quitó de los de siempre. Estoy enfadado, eso sí. Enfadado porque quienes generaron la crisis no la pagan. Enfadado porque este régimen en que vivimos se parece muy poco a una verdadera democracia. Pero una vez asumido esto puedo entender las cosas, incluso aquellas que no me gustan.
Pero me gustan menos las mentiras. La mentira es lo que de verdad nos molesta (y vivimos rodeados de ellas). Si yo soy solidario lo mínimo que puedo exigir es que todo el mundo lo sea, empezando por el Rey y su numerosa parentela, que cobran lo indecible. Que todo el mundo sea solidario pero especialmente los que más tienen.
Nos preguntamos muchos por qué no es solidaria también la Iglesia, por qué no se usa
también la tijera con ellos. Y nos gustaría que se nos explique algo que ya hace tiempo que me parece tan sospechoso: ese sumidero de billetes que son los proyectos I+D+i. Detrás de la Investigación y del Desarrollo, que suenan tan bien, siempre hemos sospechado que se escondían proyectos militares de la peor calaña y del mejor negocio. No se recorta, pues, el dinero para tanques (gracias Fritus por el excelente dossier). No me indigna que a mí me recorten: como puede verse, lo que me molesta es todo lo que rodea el tema.
U otra cosa. Una encuesta señala que al conjunto de la población española le parece genial que a los funcionarios nos recorten el sueldo. Cuando me enteré pensé que los verdaderos enemigos son el pueblo, por envidia o qué se yo. Ser funcionario no ha sido nunca cómodo, como si en los trabajos del sector privado todo fuera un ejemplo de eficacia y profesionalidad. Ahora, muchos conciudadanos, en lugar de situarse de nuestro lado (al fin, todos somos trabajadores) se coloca directamente enfrente y en lugar de preocuparse de lo que le asignan a la infanta (que es como para montar un cirio) aplaude rabiosamente porque a mí me quitan doscientos euros. Estamos rodeados de capullos, me temo.
Y para acabar, un apunte positivo. Vi por la tele recientemente un excelente reportaje de Isabel Coixet: La mujer, cosa de hombres. Utilizando la técnica perspectivista del contrapunto la directora iba engarzando anuncios e imágenes televisivas sexistas de décadas anteriores en que la mujer era considerada un mero objeto, con noticias muy actuales de violencia contra las mujeres. Enormemente efectivo ese mensaje: de aquellas lluvias estos lodos. Os dejo un fragmento del reportaje. Y os anuncio que muy pronto estaré de celebración.
divendres, 21 de maig del 2010
MUERTE DE UN MILICIANO (5/5): GERDA, ENDRE Y ROBERT CAPA
(Gerda Taro durmiendo en los días de la guerra civil, fotografiada por Robert Capa)
Pero quedaba por despejar una última duda. ¿Realmente la foto fue hecha por Robert Capa? ¿O la hizo su novia Gerda?
Capa y Taro llegaron a la Barcelona revolucionaria el 5 de agosto de 1936. No se llamaban así entonces: se trataba de una pareja de amantes, ella alemana (Gerda Pohorylle) y él húngaro (Endre Friedmann), judíos y exiliados. Ambos se estaban iniciando entonces como fotógrafos y crearon un personaje en mayo de 1936: Robert Capa, norteamericano. La finalidad era crear un nombre, previamente envuelto en la leyenda, con el cual firmar sus trabajos y poder así vender las fotografías a un precio mucho más elevado. Se inventaron que Endre era ayudante de Capa y ella asistente. Al llegar a España Capa entró en acción y se encarnó en Endre mientras que Gerda Pohorille incorporaba también otro personaje, el de Gerda Taro. Fue la revista Vu quien les envió a España al inicio de la contienda y ambos se situaron ideológicamente al lado de la República.
(Dos fotografías en que pueden verse a la pareja de amantes en sus días en España)
Capa iba armado con una mítica Leica. La Leica ofrecía fotografías rectangulares. Gerda Taro, en cambio, llevaba una Rolleiflex, con negativos cuadrados. Susperregui, el investigador que situó el escenario en Llano de Banda y no Cerro Muriano, mantuvo en su libro que la fotografía del miliciano estuvo hecha en realidad con una Rolleiflex a la cual se le cortó la banda superior hasta darle una forma rectangular, como si hubiese sido disparada por una Leica. Si la Rolleiflex era manejada por Taro ello podía significar que la foto fue hecha por ella. No todo el mundo está de acuerdo en esa posibilidad pero conviene no olvidar que, al menos en esos primeros meses, ambos eran Robert Capa, ambos estaban dispuestos a firmar con ese pseudónimo.
(Estas son algunas de las fotografías de Taro)
Gerda Taro murió en la batalla de Brunete un año después de la mítica fotografía. Esa mujer valiente, que era conocida como "la pequeña rubia" por los milicianos españoles del frente, tuvo una muerte mala. Había asistido a la victoria republicana en Brunete donde había realizado muchas fotografías. Pero los nacionales llevaron a cabo un contraataque por sorpresa. Gerda, que había abandonado ya Brunete, decidió volver. Quienes la vieron en aquellos días hablaron largo tiempo de su valentía indiscutible, de su empeño, de su osadía. En aquella batalla de Brunete los republicanos tuvieron que escapar ante la ferocidad de los nacionales: Gerda lo hizo subida, de pie, a un coche de un jefe de las brigadas internacionales. En una curva salió despedida y la mala suerte hizo que un tanque le pasara por encima. No murió en el acto. Era el mes de julio de 1937. El día que murió faltaban pocos para que cumpliera los 27.
(Gerda fotografiada por Endre en Cerro Muriano, Córdoba)
Endre, a punto de convertirse ya definitivamente en Robert Capa, le dedicó en aquella ocasión un libro con fotografías de Robert Capa, es decir, con fotografías de ambos. Ninguna de esas fotografías iba firmada. La portada de aquel homenaje fue justamente "El miliciano muerto". Este hecho propició nuevas teorías sobre la autoría de la famosa foto. Gerda, por su parte, quedó como mito del antifascismo, como mujer valiente y como autora de fotografías de indudable valor.
(Algunos amigos, en sus comentarios, inician un tema apasionante: hasta qué punto el fotoperiodismo actual, a menudo tan amarillo y comercializado, es arte. Esa tendencia que seguramente se inició en los años 60, por ejemplo con la fotografía de Eddie Adams en que el detenido fue asesinado justamente porque ahí había una cámara a punto, ha ido degenerando hasta lo indecible. Pero ese sería otro tema.)
dimarts, 18 de maig del 2010
MUERTE DE UN MILICIANO (4/5): OTROS CASOS DE FOTOGRAFÍAS POLÉMICAS CÉLEBRES
Una vez establecido que la famosa foto de Capa no había sido hecha en Cerro Muriano, como durante tantos años se había creído, sino en Llano de Banda, cerca de Espejo, quedaba también establecido que el miliciano presuntamente muerto no podía ser Federico Borrell, como se sostuvo durante mucho tiempo. Borrell había muerto, efectivamente, en Cerro Muriano pero el escenario de la foto era otro. Así que no había más espacio para especulaciones.
Quedaba otra duda por despejar. Aunque no se tratara de Borrell, ¿la foto mostraba la muerte real de un miliciano o se trataba de un puesta en escena? Parecía más conveniente lo segundo pues se habían descubierto otras fotografías de la misma jornada en que aparecían el protagonista de la imagen saltando, jugando, corriendo. La tesis del montaje parecía a priori avalada. Y más si se observaba el diario de guerra que señalaba que a principios de septiembre, fecha de la fotografía, no hubo en Espejo ningún muerto. La línea del frente quedaba todavía lejos. La foto era, por tanto, un montaje y el desconocido miliciano que en ella aparece fingió haber sido alcanzado por un proyectil. En eso quedaba la foto más famosa de nuestra guerra civil.
El hecho de que Capa nunca, a lo largo del resto de su vida, quisiera hablar detalladamente sobre su fotografía más famosa podía presuponer un cierto malestar, o la voluntad de que esa pequeña trampa no se descubriese. Pero, ¿qué es el arte sino una gran mentira que acaba siendo una verdad suprema? ¿Qué es el arte sino una forma de estilización que se convierte en símbolo de la propia realidad? En la película que citaba en la primera entrada dedicada a la historia de esta fotografía, La sombra del iceberg, se habla también de la otra gran foto sobre la guerra civil española. Esta.
El fotógrafo Agustí Centelles, al producirse el intento de alzamiento del 18 de julio en Barcelona, intento que como se sabe fracasó, cogió su cámara y salió a inmortalizar los episodios violentos que se estaban produciendo en la ciudad. A la altura de la Gran Vía con la calle Lauria, donde está el Ritz (ahora Palace) oyó disparos en una de las calles cercanas del ensanche. Se dirigió hacia allí con la esperanza de poder hacer una foto excelente. Y la hizo. Pero años más tarde se supo, porque el propio Centelles lo confesó, que cuando se acercó a la calle Diputación con Bruc, lugar en que unos guardias de asalto, los de la foto, parapetados tras unos caballos muertos en un charco de sangre se enfrentaban con unos rebeldes, no pudo hacer foto alguna porque los disparos le impidieron situarse. Tuvo que escapar, como hicieron todos. Cinco minutos después, en cuanto los insurgentes huyeron, él regresó al lugar de la fotografía y se encontró con los guardias de asalto descansando tras haber vencido en la escaramuza. Les pidió que recrearan lo que había podido presenciar cinco minutos antes.
La gran fotografía de los caballos muertos no es tampoco, por tanto, real del todo. Y sin embargo se ha convertido en verdadero símbolo de las luchas callejeras. Porque todo era real: los caballos, la sangre, los guardias. Sólo que era una foto hecha con cinco minutos de retraso. Era, pues, una recreación de una verdad indiscutible.
La osadía de Centelles no acabó ahí. Llegó incluso a manipular su fotografía para darle mayor fuerza. La recortó, eliminando a uno de los guardias que restaba veracidad a la foto. Esta es la foto original antes de ser artísticamente manipulada.
También en la misma jornada Centelles pidió a uno de los guardias de asalto que se colocase parapetado tras un muro. Otra fotografía falsa que puede verse a continuación. Si el guardia estuviese efectivamente disparando ello significaría que el fotógrafo está en plena trayectoria de las balas enemigas en el momento de hacer la foto.
Centelles es un fotógrafo que me ha fascinado siempre. Pueden verse algunas de sus imágenes, estas sí, totalmente reales , en una entrada que le dediqué hace tiempo en este blog.
Otra fotografía histórica sobre la que en su momento se habló de un posible montaje me la recordó Montserrat Sala en un comentario a mi primer texto dedicado a la foto de Capa. Se trata de la izada de la bandera en Iwo Jima aunque en este caso el fotógrafo iba acompañado de un cámara lo cual facilitó las cosas y acalló la controversia. Puede seguirse la historia de esta foto en la entrada del siguiente blog. O verse el momento en el siguiente vídeo:
Otros amigos me han remitido también comentarios sobre otras fotografías célebres que no eran tan naturales como se pretendía o que habían sido retocadas. En el primer grupo está la fotografía El beso de Robert Doisneau: se supo que la pareja habían sido contratados. Ese detalle, no obstante, no le resta belleza a la imagen.
Y en el grupo de las fotografías retocadas está la imagen de Yevgeni Khaldei donde se puede ver a un soldado soviético poniendo la bandera comunista en el Reichstag. La primera imagen es la original. La de debajo la retocada. Puede verse que se ha añadido humo y que por otro lado se han borrado los dos relojes del soldado que sujeta por lo pies al que coloca la bandera. Los dos relojes eran una muestra demasiado evidente del pillaje que los comunistas hicieron en el Berlín que había perdido la guerra y, por tanto, fueron borrados de las muñecas del soldado.
El arte explica la realidad interpretándola. Desde ese punto de vista la fotografía de Capa, aunque no fuese cierta, aunque el miliciano no muriese en directo ni se tratase del enclave de Cerro Muriano, es tan verdad como cualquier otro episodio de la guerra civil. Y su fuerza resulta indiscutible.
Tras este recorrido por los misterios de la famosa fotografía sólo queda una cosa por dilucidar: ¿Se trata realmente de una imagen de Robert Capa? ¿O la hizo su amante Gerda Taro?
(Continuará)
dissabte, 15 de maig del 2010
MUERTE DE UN MILICIANO (3/5): EL LLANO DE BANDA, EN ESPEJO
En las entradas anteriores (primera y segunda) comencé a recoger algunos datos sobre la famosa fotografía del miliciano muerto durante los primeros días de nuestra guerra civil. Veíamos en la entrada anterior cómo los datos ponían en duda que el miliciano muerto en Cerro Muriano (Córdoba) fuese el alcoiano Federico Borrell.
Como ya dije, la del miliciano no es la única fotografía que Capa hizo aquella jornada. En algunas se ve a los milicianos jugando, lo cual hizo sospechar que en realidad la foto famosa fuese un montaje, o un juego. Es más: existe otra fotografía de otro miliciano muerto en la misma zona. Una de las hipótesis existentes señala que los milicianos estaban jugando, saltando, posando para el fotógrafo cuando de repente una bala enemiga mató a uno de los soldados, el emblemático. Entonces, otro de los milicianos acudió a ayudarlo resultando también muerto de un balazo enemigo a muy pocos metros. Se trataba, en cualquier caso, de una particular forma de explicar algo que resultaba francamente muy extraño. Porque recordemos que según los datos oficiales solamente había habido un muerto en Cerro Muriano el 5 de septiembre: el alcoiano Federico Borrell. Debajo de estas líneas están la foto famosa del miliciano junto con la de la muerte del otro miliciano en la misma zona (en dos tomas, durante su muerte y cuando yace en el suelo).
¿De qué manera se había llegado a la conclusión de que el escenario de la fotografía fue Cerro Muriano, al norte de Córdoba? La identificación fue circunstancial, no basada en el horizonte o skyline que puede verse en la foto, skyline que no había sido nunca identificado. Cuando la fotografía fue publicada en la revista francesa Vu iba acompañada de otras que efectivamente eran de Cerro Muriano. ¿Pero era suficiente este detalle para fijar el lugar de la muerte del miliciano de la foto? Lo fue pero se equivocaron porque el siguiente episodio sobre el esclarecimiento de la fotografía confirma que no fue hecha en el lugar en que se creía.
El profesor José Manuel Susperregui en su libro Sombras de la fotografía aporta una localización diferente. Pero antes de dar más datos conviene retener que el cambio de escenario implicaba cambiar todo cuanto se sabía. Ni era el día 5, ni el muerto era Borrell ni probablemente los soldados enemigos estaban lo suficientmente cerca como para poder matar a alguien.
El profesor Susperregui envió la fotografía a los ayuntamientos cordobeses de la zona pidiendo que tratasen de identificar los montes que se veían al fondo de la famosa fotografía. Recibió una respuesta indudable: el skyline pertenece al Llano de Banda, muy cerca de la localidad cordobesa de Espejo, al sur de Córdoba y a unos cincuenta quilómetros de Cerro Muriano. El investigador se trasladó al Llano de Banda y pudo localizar sin ningún género de dudas el lugar en que cayó presuntamente abatido el miliciano. Si vais al siguiente blog podréis encontrar una detallada explicación sobre este asunto.
En esta página existe un vídeo de un minuto sobre la verdadera localización de la famosa imagen.
(Continuará)