dimecres, 28 d’abril del 2010

HOSPITAL DE LA SANTA CREU I SANT PAU

El sábado fue un día denso. Denso pero agradable. Hizo un tiempo inmejorable, absolutamente mediterráneo, que invitaba a pasear y a reconciliarse con la vida. Durante la tarde, la actividad fue intensa. Antes de dar nuestro apoyo a Garzón y nuestro homenaje a las víctimas y familiares del franquismo en la plaza Sant Jaume estuvimos en el Hospital de Sant Pau, tan cercano a casa (dos manzanas), pero no afortunadamente por motivos médicos.
El Hospital de Sant Pau (de la Santa Creu i de Sant Pau, para ser exactos) es una entidad antiquísima. Se fundó en el año 1401 y tenía su sede en el actual Raval, en unas imponentes naves góticas que actualmente acogen la Biblioteca de Catalunya. El edificio medieval quedó pequeño y además era poco adecuado para las ideas sobre salubridad que comenzaron a circular a finales del siglo XIX. Por ello en 1902 se encargó al modernista Lluís Domènech i Montaner la construcción de un nuevo hospital en las cercanías del, entonces (y ahora) en construcción, templo de la Sagrada Familia. Domènech i Montaner edificó una serie de pabellones (27 en concreto) que ocupaban nueve manzanas. Entre mucho verde y sosiego se suponía que los enfermos guarecían antes. Respondía a un concepto de la medicina actualmente perdido.
Pero el nuevo hospital también acabó por quedar pequeño. Se ha construido recientemente un nuevo Sant Pau confortable, moderno, tecnológicamente indiscutible, en una zona muy cercana. Mas el nuevo Sant Pau no tiene, obviamente, el encanto del Sant Pau original. Del Sant Pau de los pabellones modernistas.
Aprovechando que los pabellones han quedado vacíos se ha iniciado una amplia reestructuración del entorno, recuperando los elementos originales. Y es por este motivo que el sábado se realizó la jornada de puertas abiertas. Ese fue mi sosegante paseo modernista antes del No pasarán.
(Los recintos del antiguo hospital de Sant Pau se dedicarán, tras la rehabilitación, a usos cívicos, vecinales, de exposición y de la recién creada Unión por el Mediterráneo, que tiene su sede en mi ciudad.)

17 comentaris:

MAMÉ VALDÉS ha dit...

Esto se llama viajar sin salir de casa y además con un guía de lujo, un saludo.

Anònim ha dit...

Ramon...
si vives a dos manzanas del Hospital de Sant Pau...es que casi,casi,somos vecinos...
Barcelona es grande pero, casualmente estamos cerca.

El Hospital de Sant Pau tiene un encanto especial, su arquitectura modernista es rica en ornamentación, todo un lujo para la vista en un dia soleado hacer esta visita....y muy bien reflejado en tus fotos...

mariajesusparadela ha dit...

Vaya, al fin la encuentro...

Ciberculturalia ha dit...

Extraordinario edificio, un maravilloso ejemplo de arquitectura modernista. Imponente la escalera.

Aunque sábado intenso, veo que te mereció la pena.

Un beso

tula ha dit...

No se, no se, pero esta España nuestra me sigue pareciendo la que describía la revista la Codorniz.
un abrazo.

josefina ha dit...

Tengo familia en Barcelona y cada vez que voy me lleban a ver algo que no he visto anteriormente y desde luego Barcelona es preciosa.
Un abrazo

Antonio ha dit...

¡Qué recuerdos me trae tu relato! Yo trabajaba a finales de los sesenta en C/. Industria esquina Lepanto, en el edificio Aiscondel, a un tiro de piedra del hospital.
Un abrazo

Mercedes Thepinkant ha dit...

Siempre me ha reconfortado la arquitectura de Sant Pau en tantos momentos que he tenido que pasar allí. Aunque a veces los "pegotes" que hicieron para adaptar los pabellones al cuidado de los enfermos resultasen insufribles. Sobre todo la sala de espera de urgencias, que en las frías noches de invierno resultaba totalmente descorazonadora, sin lavabos, sin máquina de café y con una megafonía totalmente ininteligible. Han hecho bien construyendo el nuevo hospital, mucho más cómodo para los enfermos y familiares. Y la restauración de los antiguos pabellones para nuevos usos me parece excelente.
Otra cosa es lo que ha costado... ahí mejor no comentar.
Un saludo

Dilaida ha dit...

Barcelona y sus encantos, tienes suerte, vives rodeado de belleza.
Bicos

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI ha dit...

El modernismo catalan es especial, singular. Por eso me gusta tanto. Es un puntito marciano de elegancia y de imaginación en el universo del arte. Casi es una propuesta de vida, un modo de ver el mundo. Y al mismo tiempo también es el reflejo de una contradicción: la belleza y una sensibilidad artística especial que nace como resultado de la emergencia de una burguesía que se enriquecía a costa del trabajo de miles de obreros que no sabían ni leer ni escribir. Tiempos apasionante aquellos, en los que también nacían los ateneos, y en los que el trabajador empezaba a tomar conciencia de su sitio en el mundo, y de que la cultura era el camino de la libertad.

Circulo a menudo por las inmediaciones del Hospital de Sant Pau, y es peligroso si conduces, porque es fácil distraerse mirando su fachada.

¡salud Ramon!

Errata y errata ha dit...

Siempre que me topo con algún edificio antiguo me imagino cómo habrá sido vivir en ellos. Me da curiosidad por un tiempo que no conocí, al menos que la reencarnación exista...

Culturajos ha dit...

Quisque vivio allí, durante muchas noches. El mal que le sujetaba a las paredes del sanatorio era terrible y bello. Cuando le dieron el alta, miró de frente, a lo lejos, La sagrada familia, después se volvió hacia el hospital. Estaba entre dos obras de arte convalencientes y Quisque había perdido un botón de su camisa.

Salud

Thornton ha dit...

Qué bonita es Barcelona, vista desde... donde la veas.(Perdona, ya sé que no te gustan los puntos suspensivos).
El Modernísmo catalán recaló aquí en mi tierra con el arquitecto Beltrí. En Cartagena hay auténticas maravillas.
Ese hospital me ha dejado con ganas de enfermar.
La entrada es de primera, como todas las tuyas.

¡NO PASARÁN!

Un abrazo.

Jose Lorente ha dit...

Hoy sería impensable hacer un edificio como el Hospital de Sant Pau. Así que disfrutemos de este legado, pero como tú lo has hecho, no desde una camilla.
Un abrazo fuerte.

Maripaz ha dit...

Ramon, un dia muy bien aprovechado...las fotografias muy buenas.

Pienso en estas viejas paredes y los secretos que guardan.

Montserrat Sala ha dit...

Amic Ramón East River: T'he trobat a través del blog de l'Anna Jorba Ricard. M'en alegro molt, perque avui has tractat aquest tema que em toque mol endins. Penso que vaig ésser una de les últimes persones que van operar al Hostital de la Santa Creu i de Sant Pau, i n'estic tan contenta de que fòs alli entre aquelles parets centenàries! Vaig escriure la historia de la meva malaltía i operació, i vaig fer una recull de fotos que ningú es creu que les pugués fer en aquelles circumstàcies. Entre les dues coses vaig fer un llibre per regalar al meus metges. N'estic molt orgullosa.
Una de les coses que explico, es que en aquell entorn es guareixen mes aviat les ferides i els mal minven ràpidament perque dòne la sensació de estar al carrer, entre gens i turistes que el visiten. D'ara fa un any de tot aixó. perdona el rotllo. m'ha pogut la emoció.

Darío ha dit...

Que delicioso paseo, Ramón. Nosotros por acá, no tenemos construcciones góticas, ya que somos nuevecitos, pero cuando veo esas fotos me entra un deseo irrefrenable de estar por ahí.
Un abrazo.