dilluns, 31 d’agost del 2009

GRAFITI (IV): SÚCUBO

re

diumenge, 30 d’agost del 2009

CERTEZAS (y II)

Me gustan las series, no seguirlas todas pero sí alguna. Y he de reconocer que en los USA son realmente buenos para este tipo de ficción perfecta formalmente pero de exigencias intelectuales discretas. Y me gusta engancharme a series viejas, porque de esta forma me la bajo entera en la mula y no tengo que esperar pacientemente a la semana siguiente. Pero estas series tan perfectas formalmente tienen una gran pega. De repente, en un episodio, descubres que el protagonista, guapo, blanco, patriota hasta la médula, es además admirador acérrimo de Reagan y su neoliberalismo. O, como en el caso de Lost, mi serie fetiche de este verano, de repente se presenta un tipo en la isla. Ante la duda de si será bueno o malo los protagonistas deciden encerrarlo para prevenirse. Hasta ahí normal. Luego van más allá: deciden hacerlo cantar. Y para ello recurren, cómo no, a la tortura. Uno va pensando, vale, será una crítica narrativa a la tortura, algún guionista concienciado va a presentarnos una historia que sintetice el enorme error que supone la tortura. Pues no. El episodio acaba diciendo, en suma, qué necesaria es la tortura cuando el peligro es tan real.
Sigamos con las certezas del verano. Afiancé algunas antiguas. Como que es posible acusar sin pruebas. Que no pasa nada y que nadie te las pide. Que hay gente que tiene patente de credibilidad. Y que tiene inmunidad frente a sus propias mentiras y actos conspirativos. Que existen seres con voluntad de caudillo por todas partes, dispuestos a salvarte ni que sea a tortas.


Pero también otras certezas dichosas. En Toledo descubrí las yemas de Ávila (Castilla globalizada), riquísimas. En Toledo descubrí también el damasquinado, esa filigrana a base de hilos de oro y metales oxidados. En Santiago la azabachería , esa forma particular de trabajar el azabache hasta arrancarle brillos sorprendentes. Descubrí que en Finisterre se queman botas, que en A Coruña hay casas de cristal, que el plato típico de Bélgica son los mejillones con patatas fritas . Que el chocolate belga tiene tanta o más fama que el suizo. Que el AVE de corta distancia se llama AVANT. Descubrí la música lounge, un pijerío emparentado con el chill-out pero con un mayor tono chic, indudablemente elegante y un aire bailable sin estridencias (para bailar con corbata ellos, con talones afiladísimos ellas). Descubrí finalmente que cuando en Bélgica pides un espresso te dan un vaso de medio litro de café aguado. Y que para poder tomarte allí un café en condiciones tienes que pedirlo con un mantra que no falla, pero que resulta inevitable: a coffee, espresso, short, small, moka, ristretto, enfatizando cada palabra y haciendo con los dedos la señal de "cortito".

Se acabó el verano. La directora (Ella, escalofriante realidad) me espera a la vuelta de la esquina. La certeza definitiva es que, como dice Miguel Ángel, tenemos alma de jubilado.

re

divendres, 28 d’agost del 2009

CERTEZAS (I)

Ahora que el verano ha pasado a mejor vida (y yo a peor) es quizá momento para preguntarme qué me ha dado el verano 2009. Esas nuevas certezas que han venido para quedarse (o no) y las antiguas certezas confirmadas. Veamos.
En primer lugar el verano me ha traído la bola que lava sin jabón. Cuando comencé a escuchar sobre sus milagrosas propiedades no la tomé en serio. Pero dada la adicción a la novedad y al consumismo que sufrimos gozosamente en casa la bola que lava (versión OKO-BALL DE LAVAR) llegó como una hija adoptada a mediados de julio. Y estamos encantados. Vale que nadie en casa se dedica a la mina ni a la reparación de coches de carreras. Vale que las manchas de nuestra ropa son manchas urbanas. Pero funciona. Sin jabón. Directamente a la lavadora. Sólo te aconsejan recargarla (esas instrucciones milagrosas que nunca debes cuestionarte) al sol una vez por semana y si la ropa está especialmente sucia ayudarla con un puñado de sal (otra instrucción que no debes cuestionarte nunca). Nada de jabón. Nada de suavizante. La cosa funciona gracias a los iones que desprende la OKO. Y no se hable más.
Puesto que de higiene hablamos harto ya de que todos los desodorantes del mercado estén fabricados a partir de sales de aluminio (Aluminum Chlorohydrate y semejantes) he optado por lo natural (no será muy bueno ponerte cada día alumnio sobre la piel, me cuestioné, aunque quizá esa era otra de los temas que no debes cuestionarte nunca). Y lo natural son los polvos de Mr.T . (o su versión perfumada The Greench). Unos meros polvos talco de toda la vida, enriquecidos parece ser (no me cuestiono) con sustancias homeopáticas. Dejas el baño como si te acabaras de meter un raya. Pero por lo demás, funciona. Mejor que ningún otro, la verdad.
Vayamos a cuestiones artísticas. Siempre he odiado el baile. Jamás me gustó. Vale, igual un poco, un ratito. Pero ya está. Me refiero al contemporáneo, al clásico jamás me acerqué, ni ganas. La sola idea de tutús me ponía los pelos de punta. Y este verano, a partir de la actuación de Ángel Corella en cierto festival pijo de los que tantos hay, pusieron una imágenes del balilarín en televisión. Y quedé estupefacto. No echo campanas al vuelo, estoy en fase de prueba. Pero puede que acabe gustándome la danza clásica. De momento la mula me ha servido El lago de los cisnes, Don Quijote, Bayadere, El corsario y Romeo y Julieta, todas del gran Corella. Y si tengo que resumir en dos palabras: impresionante. Nada que ver con los mocosos que bailan en Fama, el programa de la tele.
Decía que en casa somos adictos a la compra y a la novedad empresarial. Cierto. Mas intentamos compatibilizarlo con la ecología y la sostenibilidad. En el viaje a NY del verano pasado descubrí el placer del café tomado por la calle, con un vaso de cartón en la mano, disfrutando del callejear urbano. El hecho de que el vaso fuese de cartón me frenó siempre mucho. Pero llegó la solución: el vaso-termo. Lo llevo en la cartera. Que me apetece un café: saco el vaso. Tan fácil.

Ahora que me doy cuenta, este verano ha dado para mucho. Me falta espacio. Como dice Mariano José, vuelvo mañana...

re

dijous, 27 d’agost del 2009

GRAFITIS (III): AZNAR

Aznar felizmente convertido en Azwar en plena capital de Europa. (No Azwar era el lema). Con orejas de ratón americano. O de rata, que dirían algunos. Para quien lo dude: la inventiva y la verdad están en las paredes.

re

dimarts, 25 d’agost del 2009

MOBBING

Denunciar sigue teniendo todo su sentido. Y apoyar a las víctimas de Mobbing también. Como a esa señora que regenta una tienda de cestos en mi barrio (una tienda de cestos... por Dios, ¿de qué siglo hablamos?). El dueño del inmueble desea echarla mientras los vecinos denuncian: "Aquí se hace Mobbing". Y consiguen que se pare todo.

re

dissabte, 22 d’agost del 2009

PARAULES D'AMOR (i II)

Quan el mes de maig vaig comentar el llibre Palabras de amor , un tractat sobre les cartes d'amor més destacades de la història de la literatura, vaig dir que em quedaven encara per explicar algunes històries i cartes que m'havien sorprès. Per exemple:
1- Les de Sant Bernat de Claraval a la monja Ermengarda, del segle XI. Unes cartes que sota una forma religiosa amaguen una passió molt humana. L'amor fraternal es confon amb una passió desbordada: "Entra, pues, en tu corazón y contempla el mío, y verás que te amo al menos con el mismo amor que tú sientes hacia mí, a no ser que presientas de que te amo menos de lo que tú me amas, en cuyo caso pensarás que me aventajas, porque crees que me superas en el amor. (...) Tú sabrás cómo me tienes dentro de ti; yo, para decir la verdad, nunca me separo de ti sin ti."
2- Les cinc cartes d'amor que la monja portuguesa del segle XVII Mariana Alcoforado va escriure a un noble de qui es va enamorar (bojament, pel que sembla). Carmen Martín Gaite les va traduir i en va parlar en algun article. També Guillermo de Torre. I Emilia Pardo Bazán. I Ortega y Gasset. Les cartes de la monja enamorada, que Martín Gaite considerava una fita de la literatura epistolar, han interessat gent molt diversa. Es poden llegir, després d'un interessant assaig, en aquesta adreça.
3- Simón Bolívar entra victoriós a Quito l'any 1822. Manuelita Sáenz l'observa des d'un balcó i li llança una corona de llorer que va a parar justament a sobre mateix del "libertador". Ell aixeca la mirada i la veu. A la nit es troben en un ball i ell li diu: "Señora, si mis soldados tuvieran su puntería, ya habríamos ganado la guerra a España". A partir d'aquell moment inicien una relació sentimental i ella s'acabarà convertint en "la libertadora del libertador". Manuelita, filla d'una família acomodada, havia entrat en un convent als quinze anys. En va escapar amb un amant. La família, preocupada pel temperament de la noia, la va casar amb un metge anglès. En conèixer a Bolívar marxa amb ell i abandona al marit que no para de demanar-li que torni ("No, no y no; por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución? ¡Mil veces no! (...) Sé muy bien que no puedo unirme (a Bolívar) por las leyes del honor, como tú las llamas, pero ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido?"). Fugir amb Bolívar no va ser una cosa còmoda: es va convertir en oficial de l'exèrcit del seu amant i va combatre en diferents batalles. A tothom va sorprendre la valentia i la força de la Manuelita.
4- La poeta Gabriela Mistral va iniciar una correspondència amb un poeta xilè, Manuel Magallanes. Com en un xat de principis del segle XX es van enamorar mica en mica i ell li demana de quedar. Gabriela, torturada, li contesta: "Me dices ingenuamente: Dame la dicha, dámela, tú puedes dármela. Y conmovida hasta la tortura, yo miro en mí y veo con una claridad perfecta que yo no podré dártela. Manuel, amor, mucho amor; ternura, ternura inmensa como nadie, nadie, la recibió de mí; per ni ese amor ni esa ternura te darán la felicidad, porque tú no podrás quererme. Este es el punto que tú evitas tratar y es el único que debiéramos tratar porque es el único que importa. Tú no serás capaz, interrógate a ti mismo, de querer a una mujer fea". I afegeix poc després: "Tal vez llegarás a besarme, para engañarte más que para engañarme". Sembla ser que no el va poder convèncer. Van quedar, es van veure. És fàcil imaginar el terror de Gabriela Mistral. Què va passar? Una carta posterior ens ho fa veure: "Si me hubiese creído nos hubiésemos ahorrado usted y yo este dolor. Recuerde que me dijo usted, contestando a una pregunta mía, que mis presentimientos eran verdad, que usted no me quería en el sentido hondo de la palabra. (...) Es cierto, Manuel; tengo algún orgullo y no acepto la lástima. Que se me deje sola con mi pena; soy capaz de cualquier dolor, pero me ofende la lástima, porque es un desconocimiento de la fuerza de mi alma."
5- L'amor particular de Vita Sackville-West i Harold Nicolson, casats durant 48 anys, que es van donar permís per mantenir d'altres relacions, en tots dos casos homosexuals. Vita va viure una passió fascinant amb Violet, i més tard amb una dona que la va marcar enormement: Virginia Woolf. Tot i aquestes relacions extramatrimonials sempre va ser fidel, a la seva manera, al seu marit, una amic, un germà. El fill de Vita i Harold ho va explicar fa anys en un llibre escrit amb molta delicadesa: Retrato de un matrimonio.

Hi ha més amors i més paraules. Com la història de Kafka i Milena, la dels amors de Rilke, les cartes entre Rimbaud i Verlaine, les particulars relacions cortessanes del segle XVIII, la absorvent relació entre Sartre i Simone, George Sand i Musset, o la relació epistolar més divertida, la d'Emilia Pardo Bazán i Benito Pérez Galdós. Tots dos es coneixen durant un viatge per Europa. Alemanya, París. Ella li diu: "Rabio también por echarte encima la vista, los brazos y el cuerpote todo. Te aplastaré". I en un altre moment, després d'interrogar-lo ("¿Por qué me quieres tanto, di, ratón?"): "Hemos realizado un sueño: un sueño bonito, un sueño fantástico que a los treinta años yo no creía posible. Le hemos hecho la mamola al mundo necio que prohibe estas cosas.(...) Que hayas llegado al puerto, sin peligro ni molestia, mi bien, mono, compañerito; que te acuerdes mucho, mucho, de mí, y con las mimas saudades que yo de ti; que sueñes en renovar horas tan venturosas, que vayas tramando el modo de realizarlo en compañía de tu peinetita que te besa un millón de veces el pelo, los ojos, la boca y el pescuezo."

re

dimarts, 18 d’agost del 2009

TOLEDO: GLORIA DE ESPAÑA

Así continúa el poema cervantino que esbocé en mi primera entrada dedicada a la bella Toledo. Después de las peñascosas pesadumbres de sus calles extraordinarias, el verso que nombro aquí. Y de eso trata esta entrada. De glorias y de España. La España imperial, la España conquistadora, la España insolente, la España agresiva, la España insensible, la España del águila, la España absolutista, la España jacobina, la España franquista, la España católica. Ufff, esa España que no soporto (menos mal que hay otras... aunque a veces me pregunte dónde).

Estoy seguro de que todas las monjas de España se han refugiado en Toledo. No vi jamás tanta monja junta, tanto monasterio. Cada grupito vende dulces (fabricados en serie en cualquier sitio pero que ellas cuelan sin empacho como propios). Cada grupito invita a ver su Iglesia o monasterio previo pago de dos euros y medio. Nada que objetar: las pobres tendrán que vivir y prefiero que vendan dulces y mantones a que las tenga que mantener yo con mi sueldo.

También curas, naturalmente. Mucha negrura, mucho alzacuellos, mucho cardenalato, mucha capa regia, mucho boato. También en grupitos. Doblas un esquina adorable y la poesía se te cae hecha pedazos: un grupito de seis curas conspirando en beneficio de la comunidad.

Y después lo que se intuye, lo que se respira. Añoranza de regímenes idos, de héroes invictos. Mucho brazo en alto y mucha mantilla. Y mucho souvenir delicioso como puede verse. Ay, este Toledo tan bello, afeado por tanta alma caritativa...

















re

divendres, 14 d’agost del 2009

TOLEDO: PEÑASCOSA PESADUMBRE

Así define Miguel de Cervantes en Los trabajos la ciudad de Toledo. Ya la conocía. Hace años la visité, y el recuerdo era muy destacado. Me quedaron ganas de muchas fotos y muchos paseos. Ahora, con la digital en ristre, he vuelto a visitarla y he vuelto a sorprenderme. El viaje ha sido corto pero suficiente. Además de las encantadoras callejas empedradas (qué peñascosa pesadumbre escalarlas cuando el sol aprieta) me he reencontrado con la Catedral, tan imponente, posiblemente una de las catedrales más bonitas de España, y el Alcázar, que da mal rollo . Con El Greco y el Conde de Orgaz, con las plazas casi inexistentes, con el Tajo tan chiquito y recoleto, tan curvado, tan poblado de ninfas garcilasianas que me extraño de que pueda ser el mismo Tejo que luego desemboca grandilocuente y exagerado en mi amada Lisboa. Con la tradición árabe y judía, con la Escuela de Traductores que tanto supuso, con los dulces que han quedado en Toledo como muestra de permanencia de tantas tradiciones, con la noche toledana, la espada toledana y los toledanos mazapanes (mis preferidos, junto con la noche).


Pero si todo eso ya lo sabía, y me gustó tanto que por eso volví, ahora he descubierto nuevos caminos, nuevos decorados, nuevas realidades tan toledanas como las anteriores. Por ejemplo, la Cava, pizpireta, ligona, deslenguada (seguro) y caliente como una brasa. Había leído y comentado aquellos versos extraordinarios de Fray Luis: "Folgaba el Rey Rodrigo/ con la hermosa Cava en la ribera/ del Tajo, sin testigo", pero jamás sospeché que Toledo guardara como una reliquia el baño de la Cava, la diosa mora que facilitó con sus artes de cama el que los árabes conquistaran toda la península, el lugar exacto del dulce pecado. O esa ruta extraordinaria de Puentes y Puertas , extraordinaria muralla, imponentes bocas de entrada, caminos medievales sobre el río. O el Monasterio de San Juan de los Reyes, de un gótico flamígero incendiado directamente. Monasterio que sus molestas Majestades del momento (los Católicos, me refiero) hicieron levantar para poder tener una tumbita digna de sus reales despojos. Sólo que levantar un monasterio imponente lleva su tiempo. Tiempo que los reyes aprovecharon para seguir conquistando españas. Entre que los constructores y los esclavos, porque eso debían ser, empezaron y terminaron el monasterio los Reyes tuvieron la dicha de recuperar Granada y rectificaron. No querían Toledo, querían levantar una Catedral en Granada y dormir allí el sueño eterno. Para memoria eterna de lo mucho que les costó la toma. Allí están, en Granada, con su yerno bellísimo y su pobre hija, la loca. El Monasterio de Toledo quedó y permanece como una tumba vacía, una proyecto inacabado, sin embargo tan bello.
Toledo, en su belleza seca y peñascosa es un poco eso. Capital de un Imperio que ya no existe, promesa de una unión de culturas que tampoco existe. Recordatorio continuo, eso sí, de otras cosas que no me gustan nada pero siguen existiendo. Atentos a la próxima entrada: hablaré de ello.

re

dimecres, 12 d’agost del 2009

LA FELICITAT ÉS UN HÀBIT

El Periódico publica de vegades unes entrevistes diguem-ne que espirituals a la contraportada que solen estar molt bé. En el devenir diari, en el moment del cafè matinal a la feina, serveixen per no perdre el nort ni cap altre punt cardinal, per recordar-nos el que realment importa i que curiosament les presses del dia a dia ens fan oblidar massa depressa. Una d'aquestes entrevistes va ser, al juny, amb la monja budista i també cantant Ani Choying Dolma amb motiu d'un concert a BCN.
Sento, des de sempre, una forta atracció pel budisme. Em fa ràbia que s'hagi posat de moda, perquè això comporta sempre una certa frivolització. No en tinc proves però puc assegurar que m'atreu el budisme des de abans, com a mínim, que a la Penélope Cruz i el Richard Gere. Val, ells no s'ho han copiat de mi, però jo tampoc d'ells.

El budisme dóna respostes senzilles, vàlides i que tenen a veure amb la meva manera de veure la vida. No diré pas que no ho facin també altres religions. Però ni que sigui per la llunyania no li trobo al budisme un component ideològico-polític que indubtablement té la religió catòlica (encara recordo al Cardenal d'Honduras demanant a Zelaya que no tornés, que deixés al Goriletti fer la seva feina... són perles com aquesta les que m'allunyen cada dia més de la religió catòlica). Sigui com sigui, tampoc cal aquí justificar la meva atracció pel budisme. Només recordar, ara sí, les paraules de Ani Choying Dolma en l'esmentada entrevista.

"Quan vaig començar a conduir pel Nepal, on el trànsit és molt caòtic, m’enfadava cada dos per tres. En qualsevol moment se’m travessava per davant un nen, un gos o una vaca, i això em crispava. Em vaig adonar que el nen o el gos o la vaca seguien caminant com si res i jo, en canvi, seguia empipada. Em quedava amb la irritació molt de temps, i la persona que l’havia provocat ni tan sols s’havia adonat del meu estat alterat. Fins que vaig comprendre que era una estupidesa agafar-s’ho així. Vaig comprendre la naturalesa de la conducció al Nepal. Havia d’acceptar-la com era. Si em trobo amb un imprevist en el trànsit, l’observo i intento disfrutar amb el que m’està passant. Aquest és per a mi el secret de la felicitat aplicat a la vida en general: comprendre els processos del nostre interior, el que sentim davant el que ens passa. La felicitat és un hàbit que es pot anar desenvolupant."

Encara que ho pugui semblar per a mi l'actitut budista d'acceptació conformada no té res a veure amb l'inactivitat en front de la injustícia; resulten dues actituts plenament complementàries. Penso que també ho són pels budistes (recordo ara, per exemple, les queixes actives dels monjos de Lhasa devant dels ocupants xinesos). En qualsevol cas, que la pau (budista o no budista) arribi a tothom que llegeixi aquestes línies estiuenques.






Finalment, també es por donar una volta pel seu llibre, La canción de la libertad.

re

dilluns, 10 d’agost del 2009

RACONS (VI): EL MEU POBLE DE MUNTANYA

No tinc un poble, que en tinc dos. De petit els meus estius eren compartits. Ara sovint també. Tenir dues cases familiars en dos indrets tan diferents et dóna la possibilitat de desconnectar i descansar allunyat de la ciutat. Aquest estiu ha estat el poble de la muntanya.
La muntanya m'agrada per raons diverses. Per la solitud, per exemple. M'agrada també perquè el bosc, indret màgic, ha estat de sempre un fonamental lloc sagrat. M'agrada finalment perquè l'alçada et fa estar més a prop de les altures. Més frescor, llum més intensa, natura sense lligar, proximitat al cel i a les estrelles. Si el mar és llibertat la muntanya és intimitat. Amb un mateix i amb els altres. Segurament la intimitat excessiva resulta molesta (la "excesiva intimidad" que deia el poeta). Però molest és també de vegades, per diversos motius, el procés del coneixement.

El meu poble de muntanya té aquests ingredients, o els facilita. Una certa dosi d'espiritualitat molt lligada a la terra (se'm representa ara la intensa olor de la terra mullada després de la pluja que sempre espanta, trons i llamps més vius pel tornaveu que en fan les muntanyes). Una certa dosi de paisatge feréstec: valls, rius, arbres, núvols, cases, pedres (ells en diuen rocs). I finalment una dosi generosa d'intimitat, de record, de malenconia.

re