La Iglesia habla siempre para ilustrarnos y advertirnos. Cuando el honorable vicepapa cardenal Bertone advirtió hace unos meses del gran peligro de los gays, pues es bien sabido que son todos unos pederastas, lo hizo con el mismo espíritu generoso con que la OMS quería vacunarnos a todos en octubre. Habrá algún listo que pensará, con esa malicia que se gastan algunos, que se trataba de dar una vuelta de tuerca más a esos intentos de siempre de la Iglesia de criminalizar a los gays. No era eso, naturalmente que no era eso. Era advertir a padres y madres bienintencionados para que no dejen nunca a sus retoños en manos de gays porque la tienen muy larga, la mano. Según los datos de la Iglesia la mayoría de gays son unos pedófilos rematados. Tienen pruebas: algún científico católico lleno de buenas intenciones y mucha inteligencia práctica habrá hecho algún estudio. Les creo, claro.
Yo les haría caso: ya sabemos que la Iglesia siempre suele tener razón. Atención a la proclama: ningún niño en compañía de gays (la versión lesbiana también la evitaría, francamente, que son muy poco cuidadosas y menos delicadas, por algo algunos las llaman camiones). Retiraría naturalmente a todos los niños o adolescentes que pudieran tener algún maestro o profesor gay. Y rezaría por la conversión sexual de esos descarriados. Pero lejos, lejos, que hagan la conversión bien lejos. El cómo no es difícil: ese otro adalid de la modernidad moral que es Evo Morales habló ya de los pollos (¿o quiso decir pollas?). Que como sabe la Iglesia desde hace siglos y Evo desde hace un poco menos, los gays son un peligro público y una vergüenza. (En eso al menos las izquierdas y las derechas siempre han estado históricamente de acuerdo).
divendres, 11 de juny del 2010
CONTRA LOS GAYS
dilluns, 24 de maig del 2010
LO QUE ME MOLESTA DE LAS TIJERAS
Si hay huelga general seguramente no iré. Porque soy solidario y asumo con mi esfuerzo la parte que me toca de la recuperación del país. Porque entiendo que vivo donde vivo (en Europa) y no en Asia. No digo que me parezca que se ha hecho bien: se hizo tarde y se quitó de los de siempre. Estoy enfadado, eso sí. Enfadado porque quienes generaron la crisis no la pagan. Enfadado porque este régimen en que vivimos se parece muy poco a una verdadera democracia. Pero una vez asumido esto puedo entender las cosas, incluso aquellas que no me gustan.
Pero me gustan menos las mentiras. La mentira es lo que de verdad nos molesta (y vivimos rodeados de ellas). Si yo soy solidario lo mínimo que puedo exigir es que todo el mundo lo sea, empezando por el Rey y su numerosa parentela, que cobran lo indecible. Que todo el mundo sea solidario pero especialmente los que más tienen.
Nos preguntamos muchos por qué no es solidaria también la Iglesia, por qué no se usa
también la tijera con ellos. Y nos gustaría que se nos explique algo que ya hace tiempo que me parece tan sospechoso: ese sumidero de billetes que son los proyectos I+D+i. Detrás de la Investigación y del Desarrollo, que suenan tan bien, siempre hemos sospechado que se escondían proyectos militares de la peor calaña y del mejor negocio. No se recorta, pues, el dinero para tanques (gracias Fritus por el excelente dossier). No me indigna que a mí me recorten: como puede verse, lo que me molesta es todo lo que rodea el tema.U otra cosa. Una encuesta señala que al conjunto de la población española le parece genial que a los funcionarios nos recorten el sueldo. Cuando me enteré pensé que los verdaderos enemigos son el pueblo, por envidia o qué se yo. Ser funcionario no ha sido nunca cómodo, como si en los trabajos del sector privado todo fuera un ejemplo de eficacia y profesionalidad. Ahora, muchos conciudadanos, en lugar de situarse de nuestro lado (al fin, todos somos trabajadores) se coloca directamente enfrente y en lugar de preocuparse de lo que le asignan a la infanta (que es como para montar un cirio) aplaude rabiosamente porque a mí me quitan doscientos euros. Estamos rodeados de capullos, me temo.
Y para acabar, un apunte positivo. Vi por la tele recientemente un excelente reportaje de Isabel Coixet: La mujer, cosa de hombres. Utilizando la técnica perspectivista del contrapunto la directora iba engarzando anuncios e imágenes televisivas sexistas de décadas anteriores en que la mujer era considerada un mero objeto, con noticias muy actuales de violencia contra las mujeres. Enormemente efectivo ese mensaje: de aquellas lluvias estos lodos. Os dejo un fragmento del reportaje. Y os anuncio que muy pronto estaré de celebración.
dijous, 8 d’abril del 2010
SON UNOS SINVERGÜENZAS
Desde siempre han habido varias cosas que me han posicionado contra la Iglesia. Me molesta ese conservadurismo económico y social. Me molesta la cultura sobre la sexualidad que proponen, tan pacata y tan superada. Me molesta que se arrimen siempre a los buenos (económicamente hablando, claro está). Me molesta ese paternalismo que me provoca urticaria. Me molesta que prediquen un cristianismo social que luego no proponen ni en realidad defienden. Me molestan infinitas cosas de la Iglesia.
Pero lo que más, sin duda, su hipocresía moral. Ese doble lenguaje que enmascaran con una retórica meliflua y hueca. Y que durante tantos años hayan ocultado los casos de pederastia que tienen en sus filas. Y que para ellos la justicia de los hombres sea algo aparte. Y que se vistan con ropajes de precio prohibitivo cuando se manifiestan preocupados por las desigualdades sociales.Ni me los creo ni me los voy a creer jamás. Resulta irónico que con lo que les está cayendo sean ellos ahora quienes hablen de persecución, quienes con la canallería que les es propia se sitúen, justamente ellos, del lado de los perseguidos.
Y esta polémica en el seno de la Iglesia, de esa Iglesia que a pesar de los pesares sigo pagando con mis impuestos, se junta con otras perlas de grandísimo calado. El caso Gürtel, por ejemplo, con el que para variar no va a pasar absolutamente nada (como si lo viera). Como el caso Palma Arena y el presidente Matas, pagando a rajatabla los tres millones de euros que no le supuso ningún problema juntar para evitar la cárcel (luego se supo que se los dejaron sus amigos banqueros para comprar, ay, no sé qué ocultos favores). Como el auto que ha prosperado contra el juez Garzón a instancias de la extrema derecha (lo cual significa que quien tenga la poca vergüenza de atacar a Garzón se sitúa, por tanto, en la línea de la extrema derecha). En fin, que es como para echarse a temblar.Y si alguien quiere seguir temblando horrorizado ante la catadura moral de la especie humana no tiene más que asomarse al vídeo que nos puso los pelos como púas en el día de ayer, el del asesinato de un periodista en Irak. Si terribles son las imágenes lo que de verdad asusta es el audio (por eso traigo el vídeo subtitulado): la vida y la muerte de un ser humano, inocente además, convertido en mero juego de ordenador, en mera afición por el disparo, en pelea por querer comenzar cuanto antes a disparar las ráfagas mortales. Sin palabras.
Tras tanto por odiar queda una última y esperanzada reflexión: la de que afortunadamente el ser humano exhibe también grandeza y generosidad cuando se lo propone. Esa es la única esperanza que nos queda.
dissabte, 27 de març del 2010
CUELING
No puedo con el incivismo, quienes me conocen lo saben. Tengo una enorme sensibilidad por los bienes colectivos, así que si se me ve aporreando una papelera pública o rayando el cristal de un bus querrá decir que estoy al borde del colapso nervioso. He sentido siempre que las cosas que son de todos merecen ser cuidadas y atendidas porque, efectivamente, suponen riqueza colectiva y hacen que un país sea mejor, por tanto con mayores oportunidades para todos.
Es por esto que nunca me he colado en el bus ni en el metro, que no haya tenido siquiera la tentación. Otra cosa es que piense que los precios podrían ser más ajustados y que la movilidad colectiva merece calidad y precio asequible. Pero la queja tiene poco que ver con la cara dura. No lo digo como heroicidad moral sino como mero dato.Me molesta hasta la abominación la mala educación, la insolencia y el nulo respeto. La cosa pública, la res pública, es algo en lo que creo fervientemente. Los abusos a ese nivel me sublevan.
Notaba últimamente que los que se colaban en el metro y en Cercanías eran muchos. Desde luego más que tiempo atrás. Creí percibirlo así. Unos artículos publicados en prensa recientemente parecen confirmarlo (sobre todo éste, pero también el otro y el de más allá). En algunos medios de transporte de mi ciudad quienes se cuelan llegan a una tercera parte.
Quien no paga provoca que se encarezca el billete que yo sí pago. Solamente por eso ya le desprecio. Por insolidario. Pero además quien no paga no se siente tampoco implicado cívicamente con el entorno, fomenta que todo vaya peor, suele ser además un mal educado que anda ensuciándolo todo, te mira como si fueses un fascista o un carca y además va de listo porque él viaja gratis. Como para escupirle.Hace dos semanas, al ir a salir de la estación de Cercanías de El Clot noté que un chico se me pegaba literalmente a la espalda. Es lo que suelen hacer para salir cuando no tienen billete que validar. Me di la vuelta y le paré con la mano. Seamos sinceros: si al darme la vuelta me hubiese encontrado con un armario de dos metros no hubiera dicho nada. No tengo vocación de suicida. Pero con el chico sí me detuve. Le puse la mano en el hombro y le dije que no me daba la gana. Que pagase su billete como hacía yo. Que ya estaba bien de tantísima cara dura disfrazada, en algunos casos, de rebeldía o de progresismo. Lo progresista es comprometerse con lo que es de todos. Y ahí le dejé, insultándome a voz en grito, tachándome de fascista. Según su punto de vista el antifascismo equivale a que no pague nadie. O que paguen unos, no necesariamente los que tienen más, para que él pueda seguir viajando gratis e insultando si se siente cuestionado.
Mi grito es el grito sempiterno del abuelo (así me siento a mis cuarenta y dos): o nos implicamos todos o esto se para. La lucha no tiene nada que ver ni con la insolencia, ni con la mentira, ni con la cara dura. Un día me reivindiqué como sinvergüenza. Hoy me toca, por lo que siento, revindicarme como raro pues parece que lo anormal para muchos es pagar si tienes la posibilidad de no hacerlo. (Esta misma mañana he descubierto que el Ayuntamiento de Barcelona ha iniciado una campaña, como puede verse en las fotos.)
dimarts, 2 de març del 2010
BARRER EN POSITIVO (TOBIN, RUSSELL Y LOS BLOGS)
Barrer metafóricamente tiene una lectura negativa. "Barrer de la faz de la tierra", por ejemplo. "Si yo tuviera una escoba, cuántas cosas barrería", por ejemplo dos. Pero también es posible barrer metafóricamente en positivo: "barrer para casa". Barrer para casa pero positivamente. Sin significación de mercadeo o aprovechamiento. Ir por la vida barriendo para casa cosas que realmente valen la pena. O cosas que sirvan para recordarnos aquello que no vale tanto la pena. Los blogs, como todo en la vida si uno quiere, son una escoba que barre y trae para casa. Encontré en el blog de Felipe una entrada sobre la Tasa Tobin (de Robin Hood, el que robaba a los ricos), esa tasa para los bancos, que son los grandes enriquecidos, con la finalidad de redistribuir parte de esa riqueza en países y proyectos verdaderamente necesitados. Os recomiendo encarecidamente ver el vídeo de la entrada. Qué gran idea, qué necesario se me figura que no sean siempre los mismos quienes ganan, o en su defecto que colaboren a construir un mundo más justo. Esa fue una idea que me traje para mi casa ideológica, porque me pareció una gran idea. Y en el mismo blog, creo que al día siguiente, hablaba el buen amigo de un programa vergonzoso, como la gran mayoría de realitys (sin puritanismo escandalizable lo digo). Poner a Sofía Mazagatos vestida de homeless por la calle Serrano y hacer que vaya recogiendo los dineros de los impresionables transeúntes tiene, o debería tener, delito. Y como no soy un liberal y me alegro de no serlo sí pienso que hay cosas que deberían prohibirse, que no pasaría nada si se prohibiesen. Aunque lo ideal sería que viviéramos en una sociedad lo suficientemente íntegra como que para ciertos inventos no se hicieran ya, y menos para que se llenen el bolsillo cuatro ricachones. Esa es otra idea que barro para casa, aunque la dejo en el cuarto de aquello que debemos evitar.
De otros blogs amigos saco otro tipo de propuestas o de ideas, pero en todos barro algo. Algunos ejemplos: José Lorente me invita a ir al cine con Machado, y pienso hacerle caso. También Carlos de Tusitalas me insiste con el cine, y ya le dije que me motivó para ponerme a estudiar un rato. También Lorente me invita a escuchar a Mozart. Madison a leer a Camus. Cecilia a leer a Mankell. Isabel a atreverme con Marcial. Ana a escuchar (y ver) a la gran Maruja Mallo, que ella conoce bien. Tula a comprender qué es eso tan oriental del Wabi Sabi. Y Josep a solidarizarme con la enfermedad.
Y ya, desde lo más ideológico, Kabila me propone una reflexión que también me llevo sobre los niños y la guerra (qué impresionante la foto de los niños escribiendo mensajes de destrucción en los obuses que van a destruir Gaza) mientras que Inés Sabanés me reconcilia un poco con las izquierdas proponiendo, y sé que esto es polémico, una nueva lectura sobre Cuba. Inés Sabanés, justamente ella, que desde IU en Madrid tiene una indiscutible trayectora de mujer de izquierdas. Me resulta tranquilizador saber que las izquierdas también tienen derecho a pedir otra política a países como Cuba (y añado por mi cuenta y riesgo, a países como Venezuela, si no quieren verse perseguidos por la sospecha cada tanto, como está ocurriendo ahora con el tema de ETA). Soy de los que opinan que el apoyo a esas realidades no debe hacer obviar la crítica justa y necesaria. Que no por situarte a su lado debes hacer la vista gorda. Y que no por entender alguno de sus motivos pueda resultar justificable que confraternicen con dictadores iranís. Y por eso barro para casa también ideológicamente desde el blog de Inés: ni que sea para sentirme menos bicho raro.Pero ya que de barridos hablamos permitidme una anécdota, ésta alejada de los blogs. Este mediodía he ido a comer yo solo a un restaurante cercano al trabajo. Un restaurante de menú, de esos de olor a fritura que luego se te pega en la ropa. Yo solo, dije, entreteniéndome con el periódico y la tranquilidad de espíritu que aporta la soledad. Si alguna vez debo comer solo en el trabajo procuro no decirlo a nadie porque entonces me compadecen e incluso a veces ocurre que se me cuelga algún incordio. No puedo entender que comer solo sea visto como el colmo de la tristeza existencial para el resto de personas: me gusta compartir la mesa con los amigos, qué duda cabe, pero no me mata la soledad en absoluto. Incluso en ocasiones la agradezco mucho. Comiendo hoy, decía, me he encontrado en el periódico con una noticia de estas que vale la pena barrer y traerte. Algo había escuchado sobre el Tribunal Russell pero hoy, entre la ensalada y el pescado, me he informado detalladamente. Se trata de un tribunal sin valor jurídico pero comprometido con la creación de opinión pública y tejido social. Inspirado por el filósofo Bertrand Russell nació en 1967 para juzgar los crímenes cometidos en Vietnam. Qué excelente idea esa plataforma. En su día fue presidido por Sartre y se ocupó, por ejemplo, de juzgar las dictaduras latinoamericanas en los años oscuros (los años aquellos en los que a nadie se le caía la cara de vergüenza porque no tenían ni lo uno ni lo otro). Se ha reunido ahora en Barcelona y nadie o casi nadie lo sabe. Se están juzgando los abusos que se cometen en los territorios ocupados de Palestina y el vergonzante colaboracionismo norteamericano y europeo. Saramago, Eduardo Galeano, la directora Itziar Bollaín, un líder antiapartheid, la actriz Vicky Peña y el cantautor Lluis Llach son algunos de quienes están detrás de esta iniciativa. Iniciativa que apunto porque es digna de ser barrida en positivo. Me la quedo (para compartirla).
dijous, 18 de febrer del 2010
CON GARZÓN
Cuando uno es joven y romántico entrega siempre el todo por el todo. La juventud es la época del todo o nada, es la época de las pasiones, de la energía, de la radicalidad que sienta tan bien. Es la época del sí o no. Del blanco o negro. Del romanticismo, del idealismo.
Con los años todo ello se va matizando. Si uno no se vende, y no debería venderse nadie, siguen las mismas pasiones, las mismas rabias, las mismas entregas, los mismos vientos radicales. Pero también la edad te hace descubrir que el sí y el no a veces son matizables, que entre el blanco y el negro hay muchas tonalidades interesantes, que tanta pasión sin algo de comedimiento es un movimiento inútil y agotador. No te vendes, porque yo no siento que me haya vendido, pero sí que la observación es más atenta y la crítica más severa.
Eso es malo y es bueno, depende. Por un lado los matices aportan certeza, credibilidad. Por el otro la crítica desune, paraliza. Es por eso que lo que suelo hacer para que me llegue lo bueno y no me alcance lo malo es ser riguroso y honesto con la crítica pero buscar siempre lo que suma y no lo que resta. Observar en definitiva si tiene más entidad el debe o el haber.Del juez Garzón no me gusta todo. No todas sus decisiones me parecieron acertadas. Esa parte estelar que sin duda tiene no me ha gustado siempre. Seguramente desde la progresía internacional no se entienden estos peros. Es lo que suele ocurrir con los árboles: que de cerca se les ven más los nudos.
Y sin embargo, tras haber sopesado el debe y el haber, y contemplando el seguimiento vergonzante al que es sometido el juez, no puedo más que exclamar que a pesar de los pesares servidor está con el juez Garzón. Puesto que siempre es más difícil estar con alguien cuando algo le va mal el compromiso en estas circunstancias debe redoblarse. Por eso hoy estoy radicalmente con Garzón, aunque no me gustara todo lo que hizo ni me gustara cómo lo hizo.
Es triste observar de qué manera cuando alguien resulta incómodo, que es de lo que se trata, es perseguido sistemáticamente y obligado a ningunearse. A callarse. No podemos permitirlo, no debemos permitirlo. Visto lo visto, con la justicia que tenemos, que es la justicia de los fuertes y del aquí nunca pasa nada, sólo puedo decir que este blog se posiciona claramente a favor de Garzón porque o es Garzón o son los otros. Los del pelaje oscuro, el silencio cómplice y el gesto obsceno.
(Josep Estruel, de Vivències, me remite el manifiesto. Dejando un comentario formalizas tu apoyo. Yo ya lo he dejado. La página es la siguiente: http://manifiestojusticiagarzon.wordpress.com/2010/02/10/3/#comments )
dimarts, 16 de febrer del 2010
EL ESPEJO
No me gusta fregar los platos. Pero lo que más odio es planchar porque exige una cierta técnica. Tender es seguramente más agradable porque es más rápido. En cualquiera de estas tres actividades aprovecho para hacer lo mismo que hago cuando viajo en tren y no leo. Pensar, ensimismarme. Raramente pongo la radio: sólo cuando deseo informarme. Nunca me pongo los auriculares para la música: la música requiere mi atención, nunca es para mí medio de evasión. Nunca juego tampoco con el móvil. Pienso y punto.
Sé que juego en casa. Que quien lea esto es, a priori, alguien que disfruta leyendo y/o escribiendo. Por tanto es fácil presuponerle una cierta tendencia al mundo interior, a la subjetividad. Es por ello que me atrevo a confesar lo que sigue sin el miedo a que se me tache de engreído.
Yendo en metro el otro día observé eso que sabemos todos: la gente, para no pensar, se entretiene con el móvil, ese juguete. Otros se encasquetan los auriculares y disfrutan de agradables baladas extraordinarias (cómo me gusta el merengue, cómo me gusta el reaggeton... eso y Rossini, lo que más, ejem). Algunos hablan por teléfono a lo loco; ella me dijo, yo le dije, ella me respondió... Horror vacui, pensé, o acaso alguien me dijo. Horror vacui, terror a reconocernos solos, que es como realmente estamos todo el rato. Solos, solos y solos.
El pensamiento, silencioso y sin embargo con un volumen descomunal, puede enfrentarte a aspectos desagradables y a veces duros. Ingratos. Molestos. Puede enfrentarte incluso a aristas. A las tuyas propias. Me gusta el silencio, lo necesito. Pero comprendo que pueda resultar incómodo. Naturalmente es mucho más fácil el ella me dijo, yo le dije, ella me respondió... porque en ese juego siempre es ella (o él, o cómo se llame el otro) quien tiene la culpa. Enfrentarte a ti mismo es enfrentarte a aquello que menos te gusta. A tus propias culpas. Asomarte a tu propio mar y darte cuenta de que está muy sucio. O un poco sucio al menos. Ensimismarte es también divertirte a ratos recordando, emocionarte, fantasear, anticipar. Pero en medio de la evasión siempre puede aparecer un espejo ocupando el camino. Evadirse sin música, sin radio, sin móvil, sin charla, es siempre peligroso.Hoy he comenzado a fregar los platos sin ganas, como siempre. Cómo lo odio. Pero cómo me ha aprovechado. Cuando me pongo a pensar sin voluntad de evasión voy buscando ese espejo que me refleja. Es como hacer un análisis de conciencia. Porque veamos, tampoco voy a desnudarme del todo, que bastante tengo con reconocer mis aristas como para pregonarlas luego. Sólo unas pistas: qué poco me gusto cuando me pongo facho, que me pongo a veces. O cuando me pongo impaciente. O cuando asoma la mala uva. O cuando miro por encima del hombro. O cuando transformo el stress cotidiano en rabia. Entonces, mientras le doy con furia a la maldita cazuela con el scotch brite supongo que en cierta forma me estoy fregando a mí mismo y es por eso que pienso que me aprovecha.
Puede parecer que estoy diciendo que soy estupendo y con una tendencia a la instrospección que me hace especial. No era esto lo que quería comunicar. Era justo lo contrario. Que aunque en el blog a veces vaya de profundo y honesto cuando me miro en el espejo no todo me gusta. Era eso.
dimecres, 12 d’agost del 2009
LA FELICITAT ÉS UN HÀBIT
El Periódico publica de vegades unes entrevistes diguem-ne que espirituals a la contraportada que solen estar molt bé. En el devenir diari, en el moment del cafè matinal a la feina, serveixen per no perdre el nort ni cap altre punt cardinal, per recordar-nos el que realment importa i que curiosament les presses del dia a dia ens fan oblidar massa depressa. Una d'aquestes entrevistes va ser, al juny, amb la monja budista i també cantant Ani Choying Dolma amb motiu d'un concert a BCN.Sento, des de sempre, una forta atracció pel budisme. Em fa ràbia que s'hagi posat de moda, perquè això comporta sempre una certa frivolització. No en tinc proves però puc assegurar que m'atreu el budisme des de abans, com a mínim, que a la Penélope Cruz i el Richard Gere. Val, ells no s'ho han copiat de mi, però jo tampoc d'ells.
El budisme dóna respostes senzilles, vàlides i que tenen a veure amb la meva manera de veure la vida. No diré pas que no ho facin també altres religions. Però ni que sigui per la llunyania no li trobo al budisme un component ideològico-polític que indubtablement té la religió catòlica (encara recordo al Cardenal d'Honduras demanant a Zelaya que no tornés, que deixés al Goriletti fer la seva feina... són perles com aquesta les que m'allunyen cada dia més de la religió catòlica). Sigui com sigui, tampoc cal aquí justificar la meva atracció pel budisme. Només recordar, ara sí, les paraules de Ani Choying Dolma en l'esmentada entrevista.
"Quan vaig començar a conduir pel Nepal, on el trànsit és molt caòtic, m’enfadava cada dos per tres. En qualsevol moment se’m travessava per davant un nen, un gos o una vaca, i això em crispava. Em vaig adonar que el nen o el gos o la vaca seguien caminant com si res i jo, en canvi, seguia empipada. Em quedava amb la irritació molt de temps, i la persona que l’havia provocat ni tan sols s’havia adonat del meu estat alterat. Fins que vaig comprendre que era una estupidesa agafar-s’ho així. Vaig comprendre la naturalesa de la conducció al Nepal. Havia d’acceptar-la com era. Si em trobo amb un imprevist en el trànsit, l’observo i intento disfrutar amb el que m’està passant. Aquest és per a mi el secret de la felicitat aplicat a la vida en general: comprendre els processos del nostre interior, el que sentim davant el que ens passa. La felicitat és un hàbit que es pot anar desenvolupant."
Encara que ho pugui semblar per a mi l'actitut budista d'acceptació conformada no té res a veure amb l'inactivitat en front de la injustícia; resulten dues actituts plenament complementàries. Penso que també ho són pels budistes (recordo ara, per exemple, les queixes actives dels monjos de Lhasa devant dels ocupants xinesos). En qualsevol cas, que la pau (budista o no budista) arribi a tothom que llegeixi aquestes línies estiuenques.
Finalment, també es por donar una volta pel seu llibre, La canción de la libertad.
dissabte, 9 de maig del 2009
EXTIMITAT
Llegia en un diari digital l'aparició d'un nou concepte, o potser la seva popularització: el concepte d'extimitat, oposat naturalment al d'intimitat. El motiu de l'article era la proliferació de punts de trobada tan populars com Facebook, Tuenti, o els blocs. Ja que tinc un bloc vaig llegir l'article amb molt d'interés mentre em qüestionava si el meu concepte d'intimitat, fonamental per a mi, havia canviat en aquests darrers mesos.
El terme extimitat va ser creat per Jacques Lacan. Lacanianament té a veure amb la buidor de l'home modern, el seu exhibicionisme, la necessitar d'omplir espais i per tant forma part del corpus de la posmodernitat. En un sentit més específic s'ha popularitzat amb els fotolocs, els blocs, els programes de tele i s'aplica al que en podriem dir intercanvi d'intimitats, o a l'hàbit d'exterioritzar allò que considerem íntim (o si més no una part), o potser a un petit gest d'exhibicionisme, o, en definitiva, mostrar als demés únicament allò que volem mostrar. En això, com en tot, hi ha diferents graus.
Comparteixo la meva intimitat, com fem tots, amb la família, els amics, la parella. És a dir, la intimitat es comparteix de forma íntima. De fet ells també en formen part. Mai ho faria això de mostrar la intimitat de forma pública (de convertir-la en extimitat, per tant). Per què un bloc, llavors? Un bloc consisteix precisament en això, en mostrar una part de tu mateix, en compartir alguna faceta d'allò que en diem íntim (i la intimitat per a mi té un sentit molt ampli, no només relacions, amistats, família, petites aventures, maldecaps i alegries, feina i problemes, sinó també allò que llegeixo, la música que escolto, allò que penso, la realitat que m'envolta i la meva forma de mirar-la, tota una dialèctica de la quotidianitat i de la trascendència). I moltes vegades quan preparo un post això em frena, la consciència dels límits que jo sento que he de mantenir per tal de preservar aquest sentit ampli del que per a mi és íntim (i que per tant no vull que sigui èxtim). Paula Sibilia, antropòloga, s'ha ocupat d'aquest tema en alguns dels seus treballs, especialment a La intimidad como espectáculo. Es pregunta: "Me llamó la atención que se describieran los blogs como diarios íntimos. ¿Cómo van a ser íntimos si se publican en Internet?" Un cop aclarit que allò que sembla moure a una majoria en el moment d'escriure els seus blocs és destriar quina part de la seva intimitat vol compartir, sempre a miquetes, sense caure en una pornografia sentimental televisiva, l'antropòloga continuava: "la intimidad es tan importante para definir lo que somos que hay que mostrarla. Eso confirma que existimos".
Es tractaria, potser, d'una mena de retorn a un concepte d'intimitat més medieval on tot quedava més a l'exterior. Després, cronològicament, va venir la retenció més absoluta que es va trencar per primer cop en el romanticisme, quan les emocions van adquirir dimensió artística, i pública per tant (en èpoques anteriors veure algú plorar, emocionar-se, cridar o tremolar hagués resultat una exhibició tan barruera com avui ho seria veure a algú amb molta gana menjar-se un bistec amb els dits i a mossegades).Aquesta pulsió de mostrar part de la intimitat té la seva exageració, el seu manierisme, és clar. Els realitys de la tele, per exemple, o el que anomenen elegantment "programes de testimonis". A mi això em queda molt més lluny (de moment, no sé si la conseqüència d'escriure un bloc serà apuntar-me als càstings de Gran Hermano, Fama a bailar o Granjero busca esposa, ejem).
Els joves, un cop més, resulten el sector més vulnerable a tots aquests excessos. Saber que existeixen pàgines com amoratucuerpo.com, micuerposexy.com o votamicuerpo.com ha suposat una sorpresa i un qüestionament. En elles, i en d'altres d'aquest tipus, els adolescents penjen les seves fotos amb poca roba i valoren recíprocament els seus cossos. El bo és que no tindran complexos aquesta joventut. Pel dolent necessitaria un altre post, com a mínim tan llarg com aquest.
dilluns, 17 de novembre del 2008
PRESSA AL METRO
Em vaig posar a córrer pels passadissos del metro, i una mica més i faig caure la vella que gairebé no es movia devant meu, a les escales. A sota hi havia el metro parat, si no anava depressa el perdia. No tenia específicament pressa. Vull dir, no m'esperava ningú, ni anava a la feina. Quan vaig ser a sota el metro va tancar la porta als meus morros i jo em vaig indignar moltíssim. Per culpa de la vella i de la gent que no es movia l'havia perdut. I ara m'havia d'esperar tres minuts a que vingués el següent. I llavors vaig pensar de quina manera la vida aquesta que portem, amb les presses, fa que perdem el nort de vista. Valia la pena fotre's a córrer a les escales amb el perill de caure, de fer caure la vella, de donar una estrabada a algú? Tan importants eren tres minuts?. La vida ens fa entrar en la seva paranoia i encara que ja sabem que ens hem de prendre la vida amb més tranquilitat acabem sucumbint a les presses generals. Ens ho hauriem de fer mirar.
Aquell mateix dia per la tarda vaig anar a la casa del Tibet de Barcelona a escoltar la conferència d'un lama (el Miguel Ángel n'ha fet una crònica en el seu bloc). La conferència em va fer repensar en el que havia viscut al matí. Es va parlar de la pressa innecessària i de la conveniència de prendre'ns la vida d'una altra manera, més tranquila, més felic. Són coses que ja sabem però que cal recordar sovint. La Susana, que ve a ser la meva assessora espiritual, em recorda una frase de la pel.lícula El señor Ibrahim y las flores del Corán que diu: "El secreto de la felicidad es la lentitud." I tenir amics per compartir-la, afegeixo jo.
dissabte, 8 de novembre del 2008
HIBRIDISME I SORPRESA
En la contraportada de El Periódico sortia l'altre dia (dimecres 29 d'octubre) una entrevista amb Salvador Pániker que em va semblar en bona mesura un diagnòstic del moment present. "Estamos" dèia Pániker "en la era del hibridismo. Se puede ser a un tiempo anarquista y budista, homosexual y cristiano, ateo y místico, socialista y nacionalista. O puede haber un capitalismo y comunismo a la vez, como en China. Y, con esta crisis actual, vencerá el hibridismo. Será una mezcla de capitalismo y socialismo: eso salvará al sistema. La socialdemocracia está bien preparada, y prevalecerá."
Manifestava un seguit de coses molt interessants que se senten molt darrerament, com la idea del relativisme criticada, per exemple, pel mateix Papa Ratzinger. El relativisme, sinònim segurament d'aquell altre terme que defineix la nostra època : la postmodernitat. "(Esta) es una época de relativismo. No hay verdades absolutas ni valores absolutos. Y los que se agarran a las verdades absolutas suelen ser fundamentalistas. Hay que avanzar en el sentido progresista y en el retrógrado." Pániker matisa aquestes darreres paraules: "Yo soy a la vez conservador y progresista. Así mantengo el equilibrio. Conservador no político, sino de volver a las raíces. Se trata de mantener el equilibrio con lo que yo llamo un suelo místico." Hi haurien doncs dues tendències: una que veu en el relativisme la font de tots els mals, l'altra, la de Pániker, que creu que el relativisme, amb la seva capacitat de síntesi i hibridisme, serà el que ens salvarà.
Seguint amb una anàlisi d'allò místic deia: "A un maestro zen le preguntaron: "¿Qué es el zen?". Y él contestó: "Una nube en el cielo, agua en la jarra". Intento asombrarme por cualquier cosa, y vivirla a fondo." La capacitat de sorpresa, de mirar el món amb ulls de nen, això seria en bona mesura la mística. Més endavant aprofondeix en aquesta idea: "Los antiguos tenían un sentido de lo sagrado que se ha perdido. Solo se ha conservado en el mundo estético y en las experiencias más profundas. Toda nuestra cultura conspira para que todo sea banal, trivial, pasajero y superficial." En front d'això cal recuperar la capacitat de sorpresa. "La capacidad de asombrarse por cualquier cosa. Incluida esta conversación."
dilluns, 15 de setembre del 2008
IOGA
Vaig descubrir el ioga de forma casual, com gairebé totes les coses importants de la vida. De seguida em va enganxar, a mi que sempre he fugit de quaolsevol tipus d'exercici físic. Perquè tot i que la part física és molt important, hi ha d'altres components tan importants com el físic.
De la part física se'n diu asanes, postures. Intenten sintonitzar el cos, la ment i l'esperit. Venen a ser com una gimnàsia que va més enllà. No són fàcils de fer, ni de bon tros, al menys no per a mi.
A més de les asanes en el ioga hi ha d'altres aspectes. La relaxació del final, per exemple, on reposa el cos després de l'exercici i entra en contacte subtil amb la ment. La meditació també forma part del ioga. Meditació en diferents formes. Amb mantres, cants repetitius de caràcter espiritual. Amb la respiració, fonamental (se'n diu pranayama). Amb els xacres, punts energètics que convé tenir activats i sense bloquejos.
Asanes, relaxació, meditació. També els bandhes, tancaments que fan que flueixi l'energia. O els mudres, gestos amb les mans. O els kriyes, crits de purificació dels canals energètics. O els exercicis d'equilibri, aguantar-se amb una cama tot intentant passar l'altra per darrere de les orelles. Aquestes coses que a mi em surten tan bé...
Entrar en una classe de ioga pot resultar sorprenent. Flaire d'encens hindi (res de barretes d'encens japonès, massa light). Tothom badallant, tothom cridant, tothom cantant. Quan portes un temps fent ioga notes vàries coses. D'una banda, una major flexibilitat. De l'altra que aprens a respirar bé, la qual cosa és del més important que jo n'he tret. També una major serenor de ment i una major profunditat espiritual. Aquestes dos darreres coses no diré pas que les hagi aconseguit ja. Estamos en ello...