divendres, 21 de maig del 2010

MUERTE DE UN MILICIANO (5/5): GERDA, ENDRE Y ROBERT CAPA

(Gerda Taro durmiendo en los días de la guerra civil, fotografiada por Robert Capa)

Pero quedaba por despejar una última duda. ¿Realmente la foto fue hecha por Robert Capa? ¿O la hizo su novia Gerda?

Capa y Taro llegaron a la Barcelona revolucionaria el 5 de agosto de 1936. No se llamaban así entonces: se trataba de una pareja de amantes, ella alemana (Gerda Pohorylle) y él húngaro (Endre Friedmann), judíos y exiliados. Ambos se estaban iniciando entonces como fotógrafos y crearon un personaje en mayo de 1936: Robert Capa, norteamericano. La finalidad era crear un nombre, previamente envuelto en la leyenda, con el cual firmar sus trabajos y poder así vender las fotografías a un precio mucho más elevado. Se inventaron que Endre era ayudante de Capa y ella asistente. Al llegar a España Capa entró en acción y se encarnó en Endre mientras que Gerda Pohorille incorporaba también otro personaje, el de Gerda Taro. Fue la revista Vu quien les envió a España al inicio de la contienda y ambos se situaron ideológicamente al lado de la República.

(Dos fotografías en que pueden verse a la pareja de amantes en sus días en España)

Capa iba armado con una mítica Leica. La Leica ofrecía fotografías rectangulares. Gerda Taro, en cambio, llevaba una Rolleiflex, con negativos cuadrados. Susperregui, el investigador que situó el escenario en Llano de Banda y no Cerro Muriano, mantuvo en su libro que la fotografía del miliciano estuvo hecha en realidad con una Rolleiflex a la cual se le cortó la banda superior hasta darle una forma rectangular, como si hubiese sido disparada por una Leica. Si la Rolleiflex era manejada por Taro ello podía significar que la foto fue hecha por ella. No todo el mundo está de acuerdo en esa posibilidad pero conviene no olvidar que, al menos en esos primeros meses, ambos eran Robert Capa, ambos estaban dispuestos a firmar con ese pseudónimo.



(Estas son algunas de las fotografías de Taro)

Gerda Taro murió en la batalla de Brunete un año después de la mítica fotografía. Esa mujer valiente, que era conocida como "la pequeña rubia" por los milicianos españoles del frente, tuvo una muerte mala. Había asistido a la victoria republicana en Brunete donde había realizado muchas fotografías. Pero los nacionales llevaron a cabo un contraataque por sorpresa. Gerda, que había abandonado ya Brunete, decidió volver. Quienes la vieron en aquellos días hablaron largo tiempo de su valentía indiscutible, de su empeño, de su osadía. En aquella batalla de Brunete los republicanos tuvieron que escapar ante la ferocidad de los nacionales: Gerda lo hizo subida, de pie, a un coche de un jefe de las brigadas internacionales. En una curva salió despedida y la mala suerte hizo que un tanque le pasara por encima. No murió en el acto. Era el mes de julio de 1937. El día que murió faltaban pocos para que cumpliera los 27.
(Gerda fotografiada por Endre en Cerro Muriano, Córdoba)

Endre, a punto de convertirse ya definitivamente en Robert Capa, le dedicó en aquella ocasión un libro con fotografías de Robert Capa, es decir, con fotografías de ambos. Ninguna de esas fotografías iba firmada. La portada de aquel homenaje fue justamente "El miliciano muerto". Este hecho propició nuevas teorías sobre la autoría de la famosa foto. Gerda, por su parte, quedó como mito del antifascismo, como mujer valiente y como autora de fotografías de indudable valor.
(Algunos amigos, en sus comentarios, inician un tema apasionante: hasta qué punto el fotoperiodismo actual, a menudo tan amarillo y comercializado, es arte. Esa tendencia que seguramente se inició en los años 60, por ejemplo con la fotografía de Eddie Adams en que el detenido fue asesinado justamente porque ahí había una cámara a punto, ha ido degenerando hasta lo indecible. Pero ese sería otro tema.)

21 comentaris:

Anònim ha dit...

Ramon...ha sido muy interesante y muy ameno...
Relatado al estilo "cronica de intriga"...que por lo menos a mi, me ha mantenido en esa curiosidad de ver como se vá desarrollando el tema.
Muy buen trabajo.

Errata y errata ha dit...

Paso igual a saludarte y felicitarte por esta increíble secuencia. Un abrazo,

María ha dit...

Pues sí que estoy perdida en tu blog, hace tiempo que no venía, y es que tendría que comenzar por el principio.

Te deseo un feliz fin de semana, Ramón.

Un beso.

PD.- A ver si me arreglan el ordenador que llevo más de un mes con el de mi hija, que se me bloquea toooo y cualquier día le tiro por la ventana jajaja.

RGAlmazán ha dit...

Ha sido una interesante historia de nuestra intrahistria. La cara y la cruz de una guerra. Ella murió de forma desgraciada y él conquisto la fama con una fotografía que no respondía a la realidad.
Salud y República

Mercedes Pinto ha dit...

Bueno, entonces después descubrir que la fotografía no estaba hecha en el Cerro Murciano y que el miliciano estaba posando, resulta que es posible que no la hubiese hecho Endre o Capa (Endre y Gerda), sino que fue Gerda.
Increible la vida de esta pareja y la forma en que murió ella.
Han sido unos post muy interesantes. Muchas gracias.
Un abrazo.

Isabel Martínez Barquero ha dit...

Sinceramente, y desde un principio, siempre he apostado por Gerda. Maravillosa mujer, que hasta se despojó de su orgullo y cedió sus obras a Capa. Una pena su muerte tan joven.
Besos, querido amigo.

Ciberculturalia ha dit...

Magnífica historia que como te he venido diciendo la he disfrutado enormemente. Gracias por compartir con nosotros toda esta "sabiduría".

Tanto me ha gustado la historia que me la he copiado para mi archivo.

El tema del fotoperiodismo, y si ello es o no "arte", será un interesante debate.

Un beso y buen sábado

Txema ha dit...

Interesante historia con un final desgraciado. La verdad es que no se podía esperar otra cosa, dadas las circunstancias.

saludos

mariajesusparadela ha dit...

Efectivamente, tiene razón Anna.
Nos has enredado en tu relato, como solamente saben hacerlo los maestros.(Y no me refiero a los enseñantes de primaria, evidentemente)

Carlos ha dit...

Apasionante investigación Ramón. Me ha gustado mucho el tono con el que nos has introducido en la historia y me siento satisfecho por haber aprendido contigo. El debate puede quedar abierto pero yo me quedo con tus palabras. Un abrazo.

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI ha dit...

Personajes barojianos, inolvidables.

¡Salud y República! ¡Y larga vida a Capa (Gerda-Friedman)

Unknown ha dit...

Excelente historia aunque acabe mal (con la muerte de la pobre Gerda, que era seguramente mejor que su novio). Me ha gustado enormemente esta historia de fotografías anónimas publicadas en París, de leyendas, de cerros misteriosos, de fechas dudosas, de muertos ignorados y finalmente de cámaras intercambiables. Nada es lo que parece: solo queda lo único que existe, la foto, muy buena.

Unknown ha dit...

Volia passar a saludar-te un cop acabada la historia de la foto... ha donat per a molt i ha estat molt interessant. Jo tenia un professor que deia que les coses existeixen perquè es parla d'elles, el dia que no se'n parli tot deixarà de tenir sentit.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ ha dit...

Un placer pasarme de nuevo por aqui.

Te dejo un cordial saludo, deseandote una feliz tarde de domingo.

Darío ha dit...

Simplemente apasionante. Entre lo cuadrado y lo rectangular, lo increíble es que la historia no ha perdido su mística. Es, o debe ser, lo que nos ha mantenido hipnotizados. Un abrazo.

Maripaz ha dit...

Ramon, un excelente trabajo. Me gusta tu capacidad de transmitir conocimientos,puedo vislumbrar tu profesión cuando léo tus textos.

Un verdadero placer leerte

Dilaida ha dit...

La intrahistoria de aquella maldita guerra.
Al final ella es una víctima más en aquella locura y el consigue la fama. Podía haber sido al revés y tal vez las cosas serían distintas o no.
Me encanta leer tus historias.
Bicos

ARO ha dit...

Magnífico análisis de la fotografía en cuestión y muy interesantes todos los temas que han ido surgiendo en torno al asunto central. Saludos.

Antonio ha dit...

En estos días, por mis ocupaciones, no suelo dejar comentarios y ha bajado mi afluencia a los blogs amigos, pero no he podido dejar de venir por aquí para seguir este interesante relato. Confieso que sigo sin tener claro quien hizo la foto, pero su historia me ha hecho ver y vivir, desde la distancia, una etapa de la vida de este país que se destaca por la heroicidad de muchos y la violencia y sangre que derramó el odio.
Ha sido muy instructivo y emocionante el relato de la tan famosa foto y sus actores.
Un abrazo y gracias.

Antonio ha dit...

Yo, desde mi modesto entendimiento del catalán, me adhiero a la idea que transmite Sonia. Recuerdo un paciente psiquiátrico que decía: “Los muertos viven en la memoria de los vivos, y mueren cuando ya no se les recuerda”. Sabio él.
Por cierto el otro Antonio también soy yo, que entré con otra cuenta de gmail.
Un abrazo

Jose Lorente ha dit...

Final redondo para la serie, e inicio de muchos debates interesantísimos también.

Me ha gustado mucho cómo nos lo has contado y ha sido un enorme disfrute irlo leyendo.

Personajes admirables Gerda y Endre, amantes de leyenda unidos para siempre bajo el halo de las fotografías de Capa.

Un abrazo.