Capítulo 1: La felicidad
Capítulo 2: El espejismo de la felicidad
Capítulo 3: Lo que no se puede decir (hacer) no se debe decir (hacer)(o, qué se sienten, coño!)(Tanto provocar...)
Continuará (Capítulo 4: Todos a la cárcel, Capítulo 5: Franco, ese hombre, etc)
Fa 1 dia
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5 comentaris:
Sí, estic indignadíssima, quina vergonya!!! quina merda de pais, redeu! (perdó per l'improperi, però on s'és vist, un país que jutja als que volen jutjar els fruits dels dictadors... i que consti que Garzon no és sant de la meva devoció)
sense títol, com el programa que feia el Buenafente, i sense paraules. Vaig tirant cap a Arenys!
Ramón, dejé comentarios en los capítulos anteriores (cómo tu blog le toma el pulso a la realidad ...).
Es un hecho que las agrupaciones de hijos de puta (perdón por la falta de metáforas, nuevamente) se autodenominan pomposa y ridículamente (Manos Limpias, Libertad y Dignidad). Es como cuando alguien subraya que es digno. Hay que desconfiar ...
Besos y que termine de otra forma. Porque esas fosas queman todavía. Esos huesos queman.
Visto así, qué desánimo más grande. Ir siguiendo el desarrollo de la noticia y tus comentarios significa que no nos inventamos nada cuando decimos que son capaces de todo. Es que si lo resumes parece que lo inventas, o que exageras.. visto asi, como un diario o una bitácora del fachamen, es la constatacion de que no vamos bien. Van bien ellos, nosotros no. La madre que los parió.
Gracies a tots per la indignació general. Però aquestes coses passen. Es lo que dice Vivaduracel, si no fuera porque es posible irle siguiendo el devenir cronológico a la realidad parecería que lo inventamos. Y más con la tendencia gravísima a la desmemoria que existe en este país, y yo supongo que también en otros. Es cuando ocurren estas cosas que las metáforas ya nos fallan. Cuando se pasa de: de acuerdo, tienen ustedes permiso para abrir las fosas a, creo que eso es ilegal, no se podrán abrir, a qué coño se ha creído usted, a los tribunales... Cuando la línea cronológica es esta fallan las metáforas y entonces uno ya los llama hijos de puta. Tienes razón, Mariel. Sí, Romeu, ens trobem a Arenys, jajaja. Gràcies a tots.
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